—Los niños crecen y deben extender sus alas y volar. Puedes irte con tranquilidad, y si tienes tiempo, puedes venir a vernos, eso sería suficiente. No te lo digo solo a ti, se lo he dicho a tu padre y a la Familia Qi también. Entre familiares, mientras nos tengamos en nuestros corazones, eso es suficiente. No podemos decir que quedarse es ser filial, ni podemos decir que irse es ser desleal —dijo la Tercera Abuela Qi.
—Abuela... —He Tiantian, al escuchar estas palabras, se sintió aún más triste, pero también un poco consolada en su corazón.
—Está bien, tienen sus propias vidas que vivir, y espero que su futuro sea cada vez mejor. No llores más —dijo la Tercera Abuela Qi—, verte llorar así me hace querer llorar...
Luego fue el turno de He Jingyu, con Wang Shuping sosteniendo a He Doudou para inclinarse ante la Tercera Abuela Qi, expresando su gratitud una vez más.