Vestida con ropa ajustada de tonos oscuros y abrigo rojo, dottye entró a el edificio marcado con el número 236 en la calle 44 de Nueva York.
Entrando por la puerta principal, nadie dijo nada mientras la veían caminar por ahí con pasos ligeros.
Un par de veces algún guardia de seguridad notó la anormalidad, pero cuando miró el gafete que tenía en el pecho, dio un paso atras sin dudar y sin interrumpir el paso de la mujer al interior de las oficinas.
Ella subió por el ascensor mientras tarareaba una melodia suave, el elevador decía que solo tenía 6 pisos, pero incluso cuando este llegó al sexto, este se siguió moviendo, hasta que finalmente se detuvo un rato despues.
Las puertas se abrieron, y lo primero que vió, fue un gran número 9 en la pared.
Estaban en el noveno piso.
Mirando alrededor, este lugar parecía todo menos una compañia telefónica.
Personas ocupadas y trajeadas, algunos escritorios ordenados en líneas perfectamente rectas con secretarias que escribían algunas cosas, sin embargo, la forma en que algunos pequeños focos parpadeaban, parecían contactar a alguien atravez de algúna especie de codigo morze.
Pero ella no le hechó otro vistazo a estas personas, en su lugar, caminó por un pasillo largo hasta que llegó a una oficina privada mas al fondo.
La puerta era algo grande y daba gran presencia, sin embargo, ella simplemente empujó la puerta hacia adelante.
Al hacer esto, no le importó la persona que estaba dentro, y despues de entrar y tomar asiento, ignoró la expreción molesta de la mujer que estaba frente al gran escritorio rodeada de grandes cajas de archivos y la mesa con varios expedientes.
[Uf, finalmente, me siento en casa...]
Dottye se recostó sobre el sofá de forma perezosa, no tenía ninguna imagen femenina en su silla pero ante su acto de descaro, la dueña de la oficina solo la miró con frialdad y algo de una mirada exasperada.
Margaret Peggye Carter.
Actualmente la Líder de la nueva compañía fundada por Howard Stark junto el apoyo militar y gubernamental de los estados unidos americanos.
La organización se fundó con el propósito de resguardar y salvaguardar la vida de las personas comúnes, manteniendo las cosas que parecerían ilógicas como un simple mito y una leyenda urbana como solo eso, una simple leyenda urbana.
Claro, tambien tenían la ocupación de organización antiterrorismo y especialisados en ser las mejores máquinas de matar objetivos específicos por la paz del mundo, aunque por ahora todabía eran un shield centrado en las cosas mas anormales en la tierra.
Peggye dejó el expediente en el que estaba leyendo el documento del perfíl hecho por Dottye sobre un tal victor Muller.
Dottye lo mandó por Fax mientras regresaba, y Peggye ya lo había leído, solo que ahora que se sabía del regreso de Dottye, quería refrescar su memoria.
Sin embargo, el papel era eso, solo papel, y era mucho mejor preguntar sobre este asunto en persona.
[¿Entonces?, ¿Que tal te pareció ese tal Victor?]
Peggye cerró la carpeta con el archívo de confidencial grabado en letras rojas sobre el.
No porque Victor pareciera ser peligroso o alguien especial, sino que la persona con la que se había acostado era la especial.
Dottye se restiró sobre el sofa un poco, su cintura delgada se retorció mientras pensaba y hablaba.
[Hmm... Tipo astuto]
fue lo primero que dijo al pensar en esa persona.
[No lo digo porque se volvió rico o porque creó un culto raro. Digo astuto porque así parece, un tipo que hace cosas furtivas y no le gusta que nadie sepa lo que hace, quiere saberlo todo de todos, pero quiere mantenerse oculto...]
Estas fueron las primeras impreciones serias de Dottye, y sin embargo, aunque sus palabras sonaban algo sueltas, para Peggye esto le sonó como un punto importante.
Cuando quieres saber la opinion mas verdadera de alguien, amenudo la primera palabra es el punto clave, lo demas son adornos.
Ella abrió el expediente, y encontŕó estas palabras de Dottye en su expediente, y ella lo envolvió en un circulo con tinta roja.
[Sigue]
Dottye continuó.
[Bueno, es fuerte, ah, un patán tambien, pero, creo que todos los hombres son unos bastardos, jaja]
Peggye entrecerró los ojos y aunque no estuvo de acuerdo con esas palabras, anotó este punto.
[Dijiste que se encontró con tus excompañeros]
[Mhm, Melina vostokov y una tal Sofia Skichenko, Melina es la importante, cuando me fui, aparte de mi, ella era otra viuda negra, una agente especial con un temperamento mas fuerte, habilidades increibles, creo que un poquito mejor que yo]
Dottye hizo un espacio entre su dedo pulgar e índice, diciendo que así de pequeña era la diferencia.
[Bueno, cuando me fuí, había salido, fue a no se que lugar en barco, no me invitaron.. y La red room parece tenerlo en su objetivo]
Dottye siguió hablando, mientras Peggye analizaba todo en el perfíl de Victor.
[Bien, ¿Que quieres decír con fuerte?]
Peggye encontró el asunto mas importante, pero Dottye entrecerró los ojos con algo de confución en su mirada.
No lo se bien, eraa.. anormal, por algo Melina fue a buscarlo, y creo que no era para asercarse a Madeline, buscaban algo en el, en su cuerpo, pero no se bien que era, solo se que era muy fuerte, y por lo que sentí, estaba bien entrenado.
No lo que un soldado debería ser, sino, uno como nosotros]
[¿Un asesino?]
Preguntó Peggye mientras escuchaba con atención.
Dottye puso los ojos en blanco, pero asintió.
[Bueno, todo de el me recordaba a mis instructores de la red room cuando aún era una niña pequeña, sentí que podría haberme golpeado muy facilmente]
[¿Alguna anormalidad mas?]
Preguntó Peggye intentando descubrír el punto importante, sentía que estaba apunto de encontrarlo, pero.
[Nop, nada, solo lo veía de lejos, pero aparte de enterarme que estaba organizando esta especie de compañia mercenaria y que sus subordinados son igualmente ábiles, no pude encontrar ucho mas, aparte, ese tipo se la pasaba escondido, casi no lo veía, y cuando llegaba en las oficinas, pasaba el rato con sus secretarias, Carla, Sofia y finalmente Melina]
Dottye sonrió burlonamente, sus sejas se volvieron sujerentes y dijo.
[Por cierto, parece ser un tipo fuerte en ese asunto, ya sabes, tal vez por eso el y Madeline-]
Dottye estaba apunto de decír algo vergonzoso cuando la puerta se abrió de golpe por segunda vez, haciendo que Dottye casi saltara de su silla, y los papeles frente a Peggye volaron con la ráfaga de aire que llegó con las puertas abiertas de golpe.
La que había entrado, no era otra que Madeline Joyce, quien había sido usada una y otra vez por SHIELD para distraerla de ir a buscar a un cierto tipo bastardo.
Solo que parecía que esta vez ella había llegado a si límite.
Tenía su traje característico reparado con una verción de mejores materiales, no hay que olvidar que el anterior fue roto por victor esa vez.. todo era igual, aunque ahora tenía un cazco militar y gafas de piloto.
Madeline entŕó en la habitación con sus ojos tan frios como el hielo, cada paso que daba en el suelo, Peggye sentía que el piso temblaba.
Peggye finjió que no pasaba nada y metió debajo de la mesa el expediente secreto.
[Ejem, Madeline, ¿Que haces-]
Peggye quería saludar a la chica malhumorada, pero en la mesa se arrojó un pedazo de maquinaria extraña que aún parecía brillar.
[Recuperé la cosa de Stark, no huvieron bajas, otra vez..]
Dijo madeline cortante, aunque en ese momento su mirada veía fijamente a Dottye, quien le sonreía con su mejor sonrisa.
[Oh, mira quien es, Madeline la chica super poderosa Miss américa]
Esas palabras parecieron solo hacer que el humor de madeline se volviera mucho peor, en la oficina, pareció rodear un frio extremo.
Peggye suspiró y se levantó de su asiento, caminando hacia la puerta, miró a las personas de afuera que finjían trabajar pero tenían las orejas bien abiertas, y cerró la puerta que ahora se sentía algo mas pesada, ya no la misma sensación suave que cuando era hace un rato.
Se tenía que arreglar las roturas, pensó ella.
Suspirando, dio media vuelta, cuando se encontró con la escena de Madeline cargando a Dottye de su camisa con tanta facilidad como si se hablára de una ramita y preguntó.
[¿Que cosa dices que hizo victor Muller?]