Capitulo 8: Interludio parte 3

Después de la junta, fui directamente a la asociación de caballeros, para ser más específicos hacia la oficina de City como no tenía nada que hacer en estos momentos se me ocurrió molestarla.

Cuando llegué el lugar estaba tranquilo, los objetos ordenados estando en las estanterías, también el lugar limpio libre polvo gracias al trabajo que hace Alice como secretaria.

Al parecer nadie aun llega, al parecer los comandantes tenían algo que hacer aun… pero bueno qué más da me quedaré aquí a esperar.

Me tumbe en el sillón realmente cómodo y di un suspiro de satisfacción por lo suavecito que estaba

—La reunión de hoy… no entendi casi nada

Surrure mientras veia la habitacion tranquolamente pero algo me llamo la atencion en el escritorio de la Comandante habia un pequeño libro de color verde, parecia viejo gracias a su tapa que estaba un poco degastada.

Me levanté del sofá, tenía curiosidad de lo que había adentro, lo agarre y lo abrí en una pagina random que había y comencé a leer.

23 de abril…

Alice hoy ha estado extraña. Sonrió más de lo usual… y eso, viniendo de ella, es algo muy raro.

Después de aquella tragedia, apenas si había vuelto a sonreír… pero desde que conoció a ese chico, Neon, algo cambió.

¿Será que siente algo por él? No lo sé. Pero si es así, si él logra sanar una parte de ella… entonces está bien.

Aunque… maldita sea, ese chico es irritante. Cada vez que lo veo me dan ganas de golpearlo.

Y aún así… creo que es un poco lindo…

Mi corazón se detuvo en seco. "Es un poco lindo..."

Esas palabras quedaron flotando en mi mente, como si se hubieran clavado allí.

Sentí una presión en el pecho. Un calor extraño, suave, que subía lentamente.

No sabía por qué… pero me descubrí susurrando, casi sin querer:

Ella cree que soy… 

Cuando iba a terminar de decirlo sono un el sonido de la puerta abriéndose, mire rápidamente hacia alla, en ese momento pude ver a una chica de cabello rojo intenso, sus ojos carmesí como el fuego, su cabello se movía de un lado a otro de una manera sensual, al lado suyo había otra chica cabello rubio su mirada era de timidez, sus ojos azules como el mar me miraban fijamente.

—¡Oh! Neon que haces aqui? no esperaba visitas hoy.

Cliffy al entrar me vio y me saludó, pero solo me quedé mirándola, pero ella miró fijamente sin entender pero vio que tenía el libro en la mano y se asustó y vino corriendo a mi roja como un tomate y me lo quitó a la fuerza y se lo guardó en su bolsillo.

Después me agarró de mi camiseta bruscamente y me miró fijamente, sus ojos reflejaban un poco de timidez y vergüenza, su cara roja como un tomate.

—¡Qué viste idiota!

Me respondió pero no pude reaccionar al mirarla más de cerca pude ver que su rostro reflejaba inseguridad… 

Trate de responderle abrí la boca pero cuando iba a hablar las palabras se me atoraron en mi garganta… 

Ahorita que está más de cerca puedo oler su perfume de rosas… 

Sus ojos brillaban con una intensidad expladensiente… 

Ella realmente es…

—Preciosa.

Lo dije sin pensar, pero cuando lo dije volví a la realidad mire a Cliffy con miedo sabía que me iba a pegar demasiado fuerte, pero, en cambio, ella miró hacia un lado muy sonrojada mientras temblaba de los nervios y levantó y al mismo tiempo su puño se cerraba y de la nada recibe un golpe de ella que me lanzo al suelo.

—¡Idiota, idiota, idiota! ¡Que me acabas de decir, quieres morir o que!

Desde el suelo solo pude reír nerviosamente…

Alice, que iba a ayudar, se quedó repentinamente congelada al escuchar las palabras de Neon, los miro con una cara de melancolía y apretó sus puños con fuerza.

“¿Qué es esto? ¿Por qué me duele el pecho? Siento como si mi corazón fuera encadenado, pero deseando que saliera… quiero moverme, pero no puedo… porque no me miras a mí… solo a mí… un segundón en que estoy pensando? No, no, no está mal…”

Y mientras Cliffy seguía gritándome y dándome golpes con la cara completamente roja…

Alice simplemente bajó la mirada, en silencio.

***

Unas horas después…

Un joven de cabello oscuro, en una habitación sumida en la oscuridad, yacía en su escritorio trabajando, la luz de la computadora que era azul iluminaba todo su rostro, pero desvió su mirada hacia un lado para ver la hora que era.

“Ya son las 12:00 am”

El chico se dejó caer en su silla blanda y miró hacia el techo con un suspiro.

“Ya es hora”

Miré mi laptop y la cerré lentamente y me levanté sigilosamente, ¿la razón? Tenía un pequeño problema…

Mire hacia el sofá donde había una chica de cabello rosado durmiendo plácidamente… no entiendo por qué no se fue, le dije que se fuera a descansar, pero… ella se negó rotundamente y se quedó aquí ayudándome hasta tan tarde que se quedó dormida… me pregunto ¿cómo puede tener tanta confianza?

Mientras pensaba esto, camine hacia la puerta y antes de agarrar la manija, escuche unos ruidos raros viniendo del sofá, mire un poco confundido y vi que Charlotte estaba moviéndose un poco como si tuviera frío.

Bueno, eso no es importante…

Agarre la manija, pero algo en mí no estaba realmente convencido de lo que había dicho, apriete la manija con fuerza y mire a la joven.

Me acerqué sin pensar.

Ella dormía, envuelta en una tranquilidad que parecía irreal. Me quité el abrigo del uniforme y lo coloqué con cuidado sobre su cuerpo.

“¿Qué estoy haciendo…?”

Charlotte lo abrazó instintivamente, como si ese abrigo fuera importante para ella. Me detuve. Había algo cálido en mi pecho.

—Famtom~

Me congelé. Abrí los ojos. La había oído decir mi nombre… ¿Dormida? Sí, aún dormía.

Me incliné. Moví su cabello con la punta de los dedos y vi su rostro cuando lo hice pude oler como olía demasiado bien, Su respiración era pausada. Tranquila y pude ver su rostro… ella era realmente hermosa.

Fijé mi mirada hacia sus labios… ella estaba dormida, me acerqué un poco y en ese momento sentí algo cálido en mi pecho, mis labios y los de ella estaban muy cerca que podía sentir su cálida respiración, era algo que no había experimentado hace 5 años…

Si me acerco un poco más…

“¡NO! ¿Qué estoy haciendo? Qué es esto!? Es asqueroso, yo no puedo ser débil, soy el comandante número uno, tengo que ser más fuerte.”

Me levanté rápidamente y con mi mano me toqué la frente y salí de la habitación, cuando salí saque mi cofre portátil y saque una capucha de color negra que cubría todo mi cuerpo y me dirigí hacia los dormitorios de la asociación de caballeros.

Cuando salí del búnker, pude ver la gran noche estrellada, las calles estaban en una inmensa oscuridad sin ninguna alma que las escuchara, lo único que se podía escuchar era el sonido de los insectos.

***

En una habitación oscura donde la luz de la luna iluminaba el lugar, había un chico de cabello negro durmiendo tranquilamente como si fuera una roca.

—Zzzz… Zzzz…

Mientras el joven estaba dormido, alguien caminaba en el oscuro pasillo de la asociación de caballeros y se paró enfrente de la puerta que decía “Neon” con un poco de fuerza la toco para no llamar la atención de los otros inquilinos.

Toc! Toc! 

Neon que estaba dormido, abrió los ojos un poco y se levantó de su cama medio dormido y camino hacia la puerta con un bostezo.

“Uahhh quién llama a estas horas de la noche?”

Abrí la puerta y, mire hacia un lado un poco molesto, sin mirar a la persona.

—¿Qué quieres Alice? ¿Necesitas algo?

—Qué despreocupado eres, abriendo la puerta en medio de la noche.

Abrí los ojos rápidamente, esa no era la voz de Alice y con un movimiento rápido de mi cuerpo me coloqué en posición, se pelea.

—¿Quién eres? 

Con un movimiento lento se quitó su capucha negra y mostró su rostro, un chico de cabello azul oscuro con unos ojos como la noche si expresión alguna, al verlo ladee la cabeza hacia un lado confundido.

—Famtom? ¿Qué haces aquí?

—¿No importa ahora, solo sígueme… y una pregunta porque dijiste Alice?

—Ahhh, bueno, solo que ella a veces viene en las noches para checar como andan los cuartos.

—Entiendo.

Famtom se dio la vuelta sin antes darme una capucha negra casi igual que la de él y lo mire con una cara de confusión.

—Póntela.

—Ehh… pero a donde vamos?

Famtom que comenzaba a caminar en silencio, giro su cabeza hacia mí.

—Vamos a conseguir los ojos de Ender.

Después de eso, me puse la capucha, tomé mi espada que descansaba en mi habitación y seguí a Famtom.

Caminamos por la ciudad, envueltos en un silencio espeso, lo único que se oía era el canto persistente de los grillos, esa melodía nocturna que parecía advertirnos que estábamos yendo hacia algo prohibido.

Tomamos el elevador más cercano, el de la Asociación de Caballeros y descendimos al búnker.

Algunos pasillos estaban iluminados por una luz pálida, casi artificial… otros, en cambio, eran pura oscuridad, como si se tragaran la poca claridad que había.

Famtom se detuvo de repente en uno de esos pasillos y señaló hacia un punto donde brillaba una luz más viva, seguí su dedo con la mirada, al fondo, había una puerta, detrás de ella, luces de neón, ruido, gente, y decoraciones coloridas, era como otro mundo.

—¿Allí es el mercado negro? —pregunté, dudoso.

No parecía un lugar ilegal. Estaba justo en medio del búnker. Si fuera clandestino, ¿no sería fácil atraparlos?

—No —respondió él sin voltear—. Ese es el casino del búnker. Allí los peces gordos apuestan todo lo que tienen, solo me detuve para que lo evitaras, no entres allí, nunca.

—Ah… entiendo…

No pregunté más, si Famtom decía que era peligroso, era mejor no tocar el tema.

Seguimos avanzando, ocultándonos tras columnas y paredes, esquivando a los guardias como sombras entre las sombras.

Finalmente, llegamos al lobby, no había ninguna luz, era oscuridad total, no entendía por qué habíamos venido aquí cuando podíamos usar el elevador principal para bajar directamente.

—Oye, Famtom… ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿No era más fácil usar el elevador central?

—Si bajamos por ahí, haríamos demasiado escándalo y lo que necesitamos ahora… es silencio.

—¿Bajar? —repetí, confundido.

Él me miró de reojo.

—Ya lo entenderás.

Entramos al elevador, a simple vista, no tenía nada de extraño.

Pero entonces, Famtom sacó un destornillador de su chaqueta y empezó a quitar la tapa metálica que protegía los botones.

Al principio solo había tres: Lobby del Búnker, Nivel Intermedio y Exterior, pero cuando terminó de desmontar la placa… apareció un cuarto botón, estaba justo debajo del de “Lobby”.

—Antes de bajar, quiero que cumplas tres condiciones —dijo Famtom, su voz más seca que nunca—Uno: no mires a nadie a los ojos, dos: no me llames por mi nombre. Llámame Valtion y tres: no te separes de mí, pase lo que pase.

Me quedé quieto. Su mirada era fría, seria, como si incumplir esas reglas significara morir, asentí rápido, varias veces, sin poder controlar el nerviosismo.

Entonces presionó el botón oculto, debajo de nosotros se escuchó un sonido metálico, como si dos placas gigantes se abrieran.

—Ah, cierto… sujétate bien.

—¿Eh?

Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar.

El elevador cayó de golpe a una velocidad brutal, mi estómago se encogió y mi cuerpo empezó a flotar ligeramente por la aceleración.

—¡AAAAAAAHHHH! —grité descontrolado, con los ojos llorosos por el miedo y la presión.

Famtom, o Valtion, ni se inmutó, se mantenía firme, de pie, como si ya supiera que iba a reaccionar así.

Y justo cuando creía que íbamos a estrellarnos contra el fin del mundo, el elevador se detuvo en seco.

Mi cuerpo, que estaba en el aire, se estrelló contra el suelo del ascensor con un golpe seco.

—Auch… mi cabeza…

—Llegamos —dijo Famtom con tono serio.

Yo apenas puedo levantar adolorido y mareado por el golpe, pero justo en ese momento las puertas del elevador se abrieron y yo miré sorprendido al ver lo que estaba viendo… era como otro mundo.

Al rededor se podían ver puestos que vendían cosas realmente raras, corazones de monstruos, gemas preciosas, armas tecnológicas, toda clase de cosas, mucha gente caminaba con capuchas negras para qué no les descubrieran fácilmente su identidad caminamos un poco, las paredes eran de ladrillos de color negro que tenían fracturas por lo viejo que estaban.

En los techos estaban compuestos de muchos tubos de alcantarilla que goteaba agua, debes en cuando, el lugar era apestoso, olía a drenaje que casi me hace vomitar.

Y en el suelo, había gente con ropas arrugadas pidiendo limosna con una lata media rota… era muy lamentable el paisaje.

Mientras pensaba eso, llegamos a una zona que estaba un poco inundado, Famtom sin dudarlo dos veces entro al agua de color negro que apestaba demasiado, yo lo miro con asco.

A quién se le ocurre caminar en estas condiciones!? ¡Esta agua parece caca disuelta en agua!

Mire a Famtom que seguía caminado tranquilamente, es estas aguas turbias.

—Fam! —Iba a gritarle, pero rápidamente me tapé la boca —Valtion espera!

Famtom giro su cabeza, no podía ver su expresión por la capucha, pero lo más seguro es que me miraba con ese rostro serio de siempre.

—¿Qué paso?

—¡Espera un segundo! ¿No hay otro camino?

—No, este es el único.

Mire a Famtom con en cello fruncido y mire el agua, traje saliva al ver esto, y como no había más opción, pues coloque un pie en el agua, realmente sucia y sentí un escalofrío, pero ya no importa, coloque el otro pie y camine hacia donde estaba Famtom.

Después de pasar por ese lugar un poco inundado… Fiuuu realmente ya no quiero pasar otra vez por allí, llegamos a otra parte del mercado negro, está un lugar un poco menos concurrido, pero si había gente.

Famtom que estaba callado en todo el camino a punto hacia una pequeña tienda que estaba a punto de derrumbarse, el letrero que decía “Bienvenido” estaba casi a punto de caerse y las ventanas estaban todas rotas y fueron tapadas por tablones de madera.

—Allí es.

—¡Como que es allí, esa cosa se va a caer a pedazos en cualquier momento!

Famtom me ignoro y camino hacia la tienda y pues yo sin más remedio lo seguí y el cómo si estuviera acostumbrado abrió la puerta sin titubear un poco.

Entramos y el lugar estaba muy iluminado, pero estaba muy en mal estado, las repisas que deberían sostener objetos estaba mayormente partidas a la mitad y si miras en el piso hay insectos caminando.

Y el techo, pues, no se salvaba porque algunos tubos de drenaje goteaban de vez en cuando, pero aun así el lugar era INCREÍBLE, había demasiados objetos raros que nunca antes había visto en la tienda de armamento.

En el centro de la tienda había un señor grande, con unos músculos bien formados para ser un comerciante cualquiera, y en su cara tenía un parche de color negro y nos miró un poco molesto.

—THC! ¿Qué quieren? ¡Primero toquen antes de entrar!

Al terminar el señor golpeo con fuerza la mesa donde estaba, yo al ver esto di un salto hacia atrás por el susto, pero Famtom no se inmutó. 

—Deja de estar actuando Clandin, necesitó que me des esto.

Famtom con un movimiento rápido saco un pergamino de su bolsillo y se lo mostró a Clandin, en él había una imagen de una esfera hecha a mano de color verde, pero muy desgastada, el vendedor al ver esto miro a Famtom más enfadado.

—THC! ¿Tú quién eres para pedirme esto? ¡Eh!

—Porque yo soy tu jefe… Clandin soldado número 48 del escuadrón anti monstruos… —No entendí lo que quería decir Famtom, pero Clandin abrió los ojos sorprendidos.

El comerciante musculoso se dirigió lentamente hacia la puerta por donde habíamos entrado. Un clic metálico sonó: acababa de cerrar con seguro.

—¿Conque es así… eh?

Lo dijo con un tono serio y nos miró fijamente, sin emoción alguna, en este momento sentí que si me descontraba un poco me mataría, así que silenciosamente coloque mi mano en el mango de mi espada por si las dudas.

De un movimiento Clandin volvo hacia Famtom con una sonrisa de alergia con las manos abiertas como si lo quisiera abrazar, en este momento no entendí lo que estaba pasando aquí.

—Jeffeeee! ¡Cuanto tiempo!

Famtom al ver lo que iba a hacer, Clandin hizo un movimiento rápido con su brazo y lo tiro en el suelo.

—No te emociones, solo vine a que me vendas este material raro.

—¡Con gusto jefe! ¡Todo en esta tienda es gratis para usted! Jaajaja.

Claudin que estaba en el suelo, se levantó rápidamente dando un saludo hacia Famtom, él al ver esto se quitó la capucha y pues yo también hice lo mismo.

—¡Señor! ¡Quién es este debilucho que lo está acompañando!

—Heyyy! ¡A quién le dices debilucho! —Grite un poco molesto ante ese comentario.

Famtom me miro fijamente con su mirada de siempre y mir oa Claudin.

—¿Él? Solo es un amigo, solo me acompañó a conseguir algunos materiales.

—Entiendo, Señor! —Claudin me miro fijamente hacia mí con una expresión de desaprobación —Te diré algo, yo soy el favorito del jefe, entendido!?

—Je…

Mire hacia un lado para evitar contacto visual porque la verdad no sabía que tenía que responder en estas situaciones.

—Calmante, Caludin y por favor no me digas, señor… ya no soy tu jefe.

—¡Si señor!

Yo, que estaba a un lado bien como esos dos conversaban, no sabía como reaccionar ante tal espectáculo y Famtom al ver que no iba a cambiar de parecer Claudin dio un suspiro.

—Bueno, véndeme este objeto.

—¡Entendido jefe!

Claudin fue rápidamente hacia el mostrador y analizo la imagen del pergamino como si fuera una máquina y se fue a un almacén que tenía detrás de él y se pudo escuchar muchos sonidos raros de cajas, moviéndose, abriéndose, tirando objetos, etc.

Fije mi mirada en Famtom con una cara de curiosidad.

—¿Una pregunta de donde conoces a Claudin?

—Él fue mi soldado de un antiguo grupo de elite… pero después de una misión todos sus compañeros murieron y solo él fue el único que sobrevivió —Famtom miro hacia aquella puerta donde había entrado Claudin —Él al ver esto no quiso que su rostro fuera visto por nadie que lo conociera porque le recordaría a aquel suceso.

—¿Entendió… y de que se trataba la misión?

Famtom miro hacia un lado con los ojos vacíos, como si no quisiera recordar eso.

—La misión era explorar una ciudad del reino de Sylvarid… pero lo que no sabían era que en ese lugar había un mutante…

Famtom apretó los puños con fuerza y sintió como si ese recuerdo viniera a su cabeza y comenzó a contar ese suceso.

***

En una ciudad en ruinas, un grupo de veinte soldados estaban caminando con sus armas de fuego en su mano, el lugar era desolador, lo único que se podía escuchar era el eco de una comunidad que estaba ya extinta.

Famtom que estaba enfrente del grupo, caminaba tranquilamente sin preocuparse de la condición de sus soldados, algunos ya estaban cansados, hambreados, sedientos… pero esto no le importo.

“¿Dónde estará el objeto que me pidió el jefe? Para irme de este sitio”

Pero en una de las casas había un arquero, pero Famtom no se inmutó porque ya se había dado cuenta de eso y con un movimiento rapid ode su cuerpo esquivo la flecha del esqueleto.

Los soldados al ver eso se colocaron en guardián mirando al rededor de ellos, en este momento estaban rodeados por diferentes enemigos y comenzaron a disparar hacia los monstruos.

—¡Muerannnnn! —Dijo un soldado.

—¡Lárguese de aquí, monstruossss!!! —Grito Claudin.

Estos eran la melodía de la mañana en todo los días que habían explorado esta ciudad, pero lo que no tenían en cuenta era que un monstruo gigantesco escucho los sonidos de los disparos y gritos de los soldados.

Y con una velocidad monstruosa fue hacia ellos y con una embestida elimino a cinco de ellos, sus cuerpos salieron volando como si fueran simple insecto para esta criatura y con un rugido aterrador hizo entender su llegada.

Famtom al verlo abrió los ojos de terror era la misma figura que aquella vez… los soldados que apenas estaban vivos comenzaron a dispararle al mutante, pero no le hacía nada.

Al ver esto le gritaron a Famtom, pero como si estuviera bajo el agua, apenas podía escuchar sus gritos.

Al ver esa criatura, sentí como si la realidad y aquel recuerdo se fusiona, atrás de esa bestia había una casa en llamas y delante del monstruo un viejo mirándolo preocupado.

En la realidad los soldados gritaron a Famtom, pero lo único que podía escuchar era sus voces que decían.

—Correeeeee!

—¡Que esperas correeee!

Era como aquel recuerdo, eran las mismas palabras, Claudin que estaba allí, fue donde estaba Famtom y lo agarro con sus dos brazos para hacerlo racionar.

Famtom al escuchar esos gritos, movió su pie hacia un lado y comenzó a correr desesperadamente, era lo mimo que había hecho en el pasado…

Claudin al ver esto le grito a Famtom y los demás soldados lo comenzaron a seguir, pero cada uno, fue cortado a la mitad, sus cabezas fueron arrancadas de sus cabezas, era una masacre.

Y cuando Claudin se dio la vuelta para ver quién de sus compañeros quedaba vivo… no había nadie y el mutante que estaba atrás con una de sus garras rasguño uno de los ojos de Claudin y…

***

En el presente Famtom recuerdo ese momento como si fuera algo fugaz, apretó sus labios y sus puños con fuerza, se sentía débil, Neon que estaba a su lado miro hacia abajo con la cabeza agachada.

—Entiendo…

Me sentí mal… muy mal al escuchar lo que Famtom dijo… como pudiste hacer esto? Porque los dejaste morir, eso es lo que quería decirle… pero… yo sabía la razón, lo que hizo no fue su intención…

Famtom al ver como estaba dijo algo para aligerar las cosas:

—¿No quieres ver algo en la tienda? Claudin tiene muchas cosas interesantes.

—Eh… está bien…

Levante la cabeza un poco pensativa y comencé a ver lo que había en el lugar, primero fue a ver en algunas repisas… las que aún estaban, lo que había y pues pude ver varias cosas raras, hueros de color negro, ojos rojos que parecían rubís y algunos frascos que tenían algunas cosas raras.

Después fui a ver lo que había de armas… la verdad no eran muy interesantes, eran espadas comunes, pero dentro de uno de los barriles vi un objeto un poco extraño, era de color crema y tenía algunas rayas de color anaranjado, lo agarre y vi que era circular.

—Ohhh… al parecer encontraste la concha de nautilus, creí que la había perdido.

Me di la vuelta para ver a Claudin que se había acercado al ver lo que tenía en mis manos y me lo quito para verlo más de cerca… creo que es de los que agarra confianza rápida.

—Y que es eso?

—Esto, Mmmm, pues una concha usual y corriente que fue encontrada cerca del reino de aquarium en unas ruinas, pero no tiene nada especial.

Claudin me dio de nuevo la concha y fue hacia donde estaba Famtom para entregarle del ojo de Ender, el que tenía un saco, lo abrió y saco una esfera de color verde oscura y en su interior era negro y hacía alusión a un ojo de una criatura.

—¡Aquí está!

—Gracias, toma esto como pago.

Famtom saco una bolsa llena de monedas y la coloco en el mostrado, Claudin al ver esto la empujo hacia donde estaba el chico.

—No, no, no, tómalo la casa invita.

—Entiendo.

Me acerqué a donde estaban ellos dos y vi al vendedor con una sonrisa.

—¿Me lo puedo quedar?

Claudin al ver mi sonrisa me dio una también y con una voz energética dijo:

—Son 15 monedas de oro.

—¡QUE PORQUE!

Mire al señor sorprendí, no iba a pagar esa cantidad de dinero por solo una concha… o sí, la mire fijamente y se quedaron clavos en ella, la quería comprar, pero estaba muy caro… que hago, que hago.

—Pues tú tienes que pagar, no eres Famtom.

Famtom que nos estaba mirando, dio un suspiro y saco la bolsa de monedas que le había ofrecido antes a Claudin y sentí como si una vena saliera de mi frente ante tal cambio de actitud.

—Toma y pago esta vez.

—¡Muchas gracias, por su compra, señor!

El vendedor lo acepto con gusto y después de haber comprado la concha caminamos hacia la salida y justo antes de que Famtom pudiera abrir la puerta Claudin dijo un comentario que dejo helado al comandante.

—Famtom… has escuchado de los rumores que viene de ti?

Famtom no giro su cabeza, solo lo miro con sus ojos.

—¿Qué quieres decir?

—Al parecer no lo has escuchado… era de esperar, pero en resumidas cuentas, dicen que tu le tienes miedo a los mutantes.

Famtom al escuchar esto abrió los ojos sorprendido, yo lo miré un poco preocupado porque sabía que eso era real.

—¿Pero no creo que sea verdad, porque tú eres el comandante número uno, verdad…? No le tendrías miedo a un mutante.

Famtom apretó la perilla de la puerta con fuerza y se quedó allí parado por un segundo pensando en lo que había dicho Claudin, pero respondió.

—Claro, yo soy el comandante número uno… nos vemos Claudi.

Después de ese intercambio de palabras, Famtom y yo salimos en la tienda en silencio.

Mientras cambiaban Neon y Famtom, se podía sentir un aura incómoda entre ellos, el comandante estaba pensando en lo que había dicho Claudi, pero vio una figura misteriosa encapuchada recostada en una pared mirándolos con una sonrisa.

Pero después de que alguien pasara desapareció entre la multitud.

***

En otra parte había un chico de capucha negra que sostenía un radio y con un movimiento de sus dedos ajusto la frecuencia indicada para hablar con “Él”

—Señor, los rumores fueron un éxito.

Lo dijo el chico con una sonrisa, pero del radio sonó una voz seria y controlada como si estuviera planificando su próximo movimiento.

—Perfecto, ahora la operación Omega ya ha comenzado. —Dando una sonrisa que helena la sangre.