Capitulo 10: Una vida pacifica

En una habitación de paredes blancas con una franja verde en la parte inferior se escucha unos pequeños zumbidos que provienen de las lámparas del techo, donde provenía una leve y suave brisa fría.

En una cama había un chico de cabello de color azul oscuro, su piel blanquecina brillaba bajo la luz de la lámpara, sus ojos que antes tenía ojeras enormes desaparecieron de su rostro y su respiración era calmada, era la primera vez de hace mucho tiempo que dormía con mucha tranquilidad…

El chico abrió lentamente sus ojos, al principio se resistió al ver la luz que tenía en frente, pero después se acostumbró, se levantó lentamente un poco aturdido.

A lado suyo se oyó el golpe seco de una silla cayendo al suelo, el voltio calmadamente para ver lo que era, allí enfrente estaba una chica de cabello rosado, con un traje negro impecable, mirándolo con sus manos en su rostro como si estuviera sorprendida.

La miré, sus ojos temblaban al verme y se podía ver como si estuviera aguantando sus lágrimas. 

Famtom…

Lo dijo con un susurro que se pudo escuchar por toda la habitación que estaba en completo silencio gracias a que estábamos nosotros dos y ella… se abalanzó hacia mí abrazándome y comenzó a llorar.

—! Famtom… ! Famtom… Famtom…! ¡No me asustes así… porque no me dijiste nada de los rumores…—Ella sujetó mi camisa blanca con fuerza— yo… yo… pudiera haber hecho algo… si confia…!

La agarre con delicadeza de los hombros y la alejé un poco de mí, ella al ver esto no puso ninguna resistencia y la pude ver fijamente, sus ojos estaban completamente rojos, por tanto, llorar… su nariz estaba un poco roja… sus mejillas estaban del mismo color… 

Al verla así, cerré mis ojos por completo, me sentía culpable y con una pequeña sonrisa melancólica en mi rostro dije:

—Perdón por haberte preocupado Charlotte…

Ella me miró. Su boca tembló ligeramente al abrirse, y nuevas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos… y en su rostro comenzó a dar una sonrisa, y me abrazo con más fuerza yo no la abrace, sentía que no lo merecía y gracias a eso pude oler su característico perfume que tanto me gustaba.

Mientras ella me sujetaba, movió sus labios hacia mi oído y me susurro…

Te perdono Famtom… pero si lo vuelves hacer las pagarás muy caro…

Después de escuchar eso la abracé como es debidamente y así estuvimos un buen rato… pudo haber sido segundos… minutos… no lo sé… no me importaba, solo quería estar alado suyo…

Creak!

La puerta de la habitación se abrió de repente, yo miré hacia allá y allí estaban las personas que tanto quería.

—¡Perdón, perdón… por interrumpir su tiempo a solas! ¡No quería interponerme! —Alice miro a otro lado avergonzado.

—¡Estúpidos! ¡Que están haciendo esas cosas, no se pueden hacer aquí! —Cliffy abrió los ojos de par en par mientras que también estaba un poco avergonzada gritándome por estar abrazándome con Charlotte.

—Thc… gorilas —Sohee desde el marco de la puerta, recargada con los brazos cruzados, aunque sus labios apenas escondían una sonrisa.

Neon que estaba allí parado con un ramo de flores, las dejo caer al suelo y corrió hacia mí dando un brinco y abrazándome sin decir nada.

Yo no pude abrazar a Neon, recode todo lo que había hecho como lo había tratado, no podía abrazarlo así no más… apreté los puños con fuerza y empuje a los dos suavemente.

Mire al suelo, no podía ver a Neon… para nada, después de todo lo que le hize… quería huir de este problema como lo había hecho hace cinco años… pero… no, esta no era la solución a los problemas, yo tenía que enfrentarlos, no importaba que… yo ya no quería huir.

—Neon… —Apreté los puños con fuerza— Perdóname, por todo lo que te he hecho y he dicho… la verdad soy un estupi…

—ESO NO IMPORTA… no me importa, ¡no me importa, que creías que estabas haciendo Famtom! ¡Porque fuiste así no más! Estaba muy preocupado por ti.

Alze la cabeza con los ojos abiertos, y lo miré… él estaba mirándome con lágrimas en sus ojos… y yo recordaba esa mirada era la misma que puse cuando mis padres murieron en aquel incendio…

—Gracias… Neon…

Le di una sonrisa, Neon no entendió lo que había dicho, pero yo sí… agradecía por todo lo que has hecho por mí, perdón por haberte tratado de mala manera al principio… perdón por haberte ignorado en el Nether… y después de todo aún sigues siendo mi amigo… 

***

Después de estar hospitalizado por una semana, volví a mis actividades diarias como comandante, en estos momentos estaba sentado en mi oficina que siempre estaba bastante limpia, mirando mi laptop y viendo los recursos financieros que se habían gastado en el búnker.

Me recargué en mi silla para pensar con la misma cara de siempre, estaba un poco cansado en estos últimos días, como estuve en el hospital el trabajo de esta semana se acumuló.

Qué fastidio…

Lo dije en voz baja, mientras estaba recargado en mi silla, mire a Charlotte que estaba mirando dos documentos fijamente, uno de ellos era sobre la administración de los recursos de minerales extraños y el otro en como se implementan.

—¿Pasa algo Charlotte? —Lo dije con la misma voz seria de siempre.

—Ah, no, no es nada, solo que me duele un poco la cabeza de tanto pensar…

Ella lo dije con un tono incómodo, al parecer no quería ser incompetente, por eso se esforzaba al máximo… ahorita que lo pienso, nunca la he invitado a salir a comer.

—Entiendo, ¿Quieres comer algo? Yo invito.

Me levanté de mi asiento, Charlotte me miro fijamente, sorprendida, no sabía que responder porque era la primera vez que la invitaba a comer algo, pero después dio una sonrisa.

—Está bien.

La joven se levantó y nos fuimos de mi oficina, pero Charlotte estaba muy feliz, parecía como si fuera un cachorro moviendo su cola.

—¿Y dime a donde vamos a comer?

—Mmmm… vamos al restaurante del búfalo.

—¡Ese no es un lugar para una dama! Mejor invítame a otro lugar, quiero un postre.

—Entendiendo…

—Mmmmm. —Ella hizo un puchero.

Y mientras salíamos del despacho hacía ese momento de calma, una parte de mí pensó: “Tal vez… merezco algo de paz también.”

***

En la superficie Charlotte y yo cambiamos por las bastas calles de la ciudad tranquilamente, en estos momentos del día había mucha gente afuera… pero gracias a eso pude sentir las miradas de algunas personas, era normal gracias al rumor de antes que estaba circulando de mí, la gente desconfiaba de mí.

Mientras pensaba, sentí un pequeño jalón en mi brazo, mire para ver quién lo había hecho y era Charlotte que me miraba preocupada porque se había dado cuenta de las miradas.

—Te sientes bien, hay mucha gente que te está mirando.

—Realmente no me importa.

—Mmmm… entiendo… ah, ¡Ya se ven!

Después de eso la chica de cabello rosado me agarro del brazo y comenzó a llevarme sin previo aviso, yo que siempre mantenía la misma expresión, se siente, mire a Charlotte por curiosidad y cuando ella voltio para verme abrí un poco la boca.

Su sonrisa era hermosa, era demasiado bella, su pelo se movía en dirección al viento gracias a que estábamos corriendo, sus ojos verdes como la esmeralda brillaban con la luz del sol… en ese momento sentí como si algo en mi interior fuera extraño.

Era un sentimiento raro, que nunca había experimentado hasta ahora… que será…

Mientras pensaba eso, Charlotte se detuvo de repente, estábamos en una tienda un poco grande que tenía algún vidrio alado de la entrada que exponen lagunas prendas para hombres y mujeres.

Al parecer era una tienda de ropa, no sabía por qué me había traído aquí, la chica entro a la tienda y yo la sigue, el lugar era espacioso, había muchos tipos de ropa en estantes y mientras veía la joven se dio la vuelta con una sonrisa un poco malvada.

—Jejeje, ahora te vamos a hacer un nuevo look para que nadie te reconozca.

La verdad no entendí muy bien lo que había dicho, no sabía mucho de moda y las cosas de los jóvenes del hoy en día, pero al ver esa sonrisa, pude sentir que no es algo bueno.

—Entiendo…

Después de eso, Charlotte comenzó a mirar en muchos estantes y lanzándome algunas prendas en mis brazos diciendo para ella “Está, está bien” “Uhhh esta le quedaría bien” “No ve convence” 

Y en un abrir de ojos tenía una cantidad sorprendente de ropa entre mis manos “Creo que comenzaré a probármelo para que no se haga más ropa”

Famtom que hace unos momentos estaba sujetando montones de ropa, fue hacia el vestidor para cambiarse y cuando salió allí estaba Charlotte mirándolo con la boca un poco abierta…

Mire a Famtom que estaba en el vestuario… sentí como mi corazón latiera con demasiada fuerza, era increíblemente guapo…

Ahorita la ropa que lleva puesta, es una un poco formal que le encontré, pantalones de color café un poco ajustados, una camisa de color gris que hacía resaltar su pecho marcado y delgado… sus ojos azul oscuro que lo hacían resaltar más…

“Ahhhh, como puede ser demasiado guapo” apreté los labios con fuerza y sentí como mis mejillas se coloraban un poco “No… no puedo… necesito que se lo cambie, o si no lo podré ver a la cara por la vergüenza”

—Cámbiate, creo que será mejor uno que no sea tan formal y atractivo… —Lo dije un poco avergonzada que mire hacia otro lado.

—¿Atractivo? ¿Qué quieres decir? —Famtom ladeo la cabeza hacia un lado.

—Eh?

“Que es lo que dije” después de pensarlo un poco sentí como si me desmoronaba, había dicho que Famtom era atractivo, no puede ser… tonta… Tonta…

—¡Solo cámbiate y ya!

Lo empujé hacia el vestidor para qué se cambiaba mientras tenía unas pequeñas lágrimas en mis ojos por la vergüenza.

—Comprendo….

Después de un tiempo Famtom salió del vestidor y lo miré, esta vez traía una sudadera de color verde oscuro y unos pantalones de color negro, y en ese momento sentí como si alguien me saca el aire de golpe… es demasiado guapo… como alguien así puede quedarle todo tipo de ropa… demuestra mucho su lado más joven.

—¡Otro!

—Está bien…

Famtom se metió sin cuestionar y después salió con otra playera de una mónita china en el medio, yo al ver esto no lo pude mirar bien, no me gustaba, no era nada atractivo… más bien eso espantabas a gente, mire a Famtom un poco decepcionada.

—Cámbiate me das pena…

—Pero esta me gusta…

—¡Solo cámbiate!

Y así estuvimos un buen rato viendo qué atuendo le quedaba mejor a Famtom, pero era casi imposible porque todos les quedaba bien… y si queríamos que no lo notaran tendría que ser una ropa que no llame mucha la atención… pero todo lo hace ver más guapo…

Mientras pensaba mire hacia un lado y pude ver unos lentes falsos… “Si le pongo uno lentas como yo, podre quitarle un poco de su belleza, ¿no?

Famtom salió con el primer look que le di y le dije que se colocara los lentos… 

—¡Increíble, tus niveles de belleza bajo demasiado! A ver quítatelos…

Él se los quitó y sentí como si un rayo de luz iluminara todo mi rostro de golpe.

—Póntelos de nuevo.

Y después ya no pude sentir nada.

—Bien, con esta ropa te vas a quedar.

—Está bien… —Mire a Famtom, pero lo veía un poco raro como si me quisiera decir algo— Gracias Charlotte…

Al estuchar lo que dijo Famtom mis ojos se iluminaron, parecía un poco apenado, sentí como si mi corazón latiera con fuerza mientras tenía mis manos en el pecho, y después de eso nos fuimos de la tienda.

Después de eso Charlotte y Famtom caminaron por la ciudad nuevamente, el chico de cabello azul miro a su alrededor para ver si alguien los miraba, pero no era el caso, porque era una persona completamente diferente, entonces Famtom encontró una cafetería que tenía algunos ladrillos de piedra y musgo en algunas partes, así que entraron.

En el lugar había muchas mesas separas de unas entre otras, había algunas personas sentadas en algunas mesas, pero encontramos una mesa sin problemas, Yo me senté en una de las sillas y ella se sentó enfrente de mío y los dos nos miramos.

Charlotte, que estaba viendo el lugar con curiosidad y miro a la ventana.

—Es un bonito restaurante, es la primera vez que vengo a este sitio.

—Yo también.

Después de decir eso, la chica de cabello rosado se dio la vuelta para verme un poco desconcertada.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir? ¿No has venido este sitio antes?

—La verdad no soy de venir mucho a estos lugares, siempre he ido al restaurante del búfalo.

—Mmmm, entiendo, pero no te puedes quedar en un restaurante todo el tiempo, tienes que probar cosas nuevas.

—Entiendo lo tendré en cuenta.

Ella, al ver que no tenía remedio por la respuesta que le había dado, dio un suspiro.

Charlotte miró un anuncio que tenía un postre que estaba aún lado de la mesa, al parecer era un tipo de helado en vaso, con crema batida y con sabor a fresa… creo que se le llamaban malteadas si no me equivoco.

En ese momento una chica de cabello café que vestía de mesera se acercó a nosotros.

—Buenos días, ¿Ya saben que van a pedir?

La verdad yo no tenía nada en mente, así que pediré uno como siempre, pero me pregunte que elegirá Charlotte, mientras tanto elige, yo ya voy a pedir.

—Un café, por favor.

—Entendido, señor, ¿Y usted, señorita? —Lo dijo con una sonrisa.

Charlotte miró con sus ojos el anuncio donde estaba el postre y después a la mesera, al parecer quería eso, ¿Por qué no lo pide?

Mientras tanto Charlotte…

“Mmmm que elijo, si elijo el postre del anuncio Famtom me vería como una glotona… pero no sé qué más pedí… voy a pedir un ca”

—Disculpe —Dijo Famtom— También quiero uno de estos.

Mire desconcertada a Famtom y vi que su mano a punto hacía el anuncio del postre que yo quería.

—¿Seguro Famtom? —Lo dije un poco incómoda.

—Es para ti. —Él lo dijo sin dudar.

—¡Eh!

Mis ojos se abrieron de par en par, sin saber que decir, y después la mesera nos dio una sonrisa y se fue del lugar con nuestras órdenes, mire a Famtom, pero no podía cuando lo veía, sentía como mi corazón se aceleraba un poco.

—¿Pediste la malteada para mí? —Moví un poco los brazos por los nervios.

—Sí, sentí yo que la querías pedir, pero no quieres puedo decir…

—¡No, si la quiero! —Grite— pero… gracias. —Lo dije un poco apenada.

Esperamos un rato y llegaron nuestras bebidas, vi mi malteada, estaba en un vaso de cristal alto, en la parte de arriba tenía crema y un poco de mermelada de fresa, y en el interior estaba la bebida.

Agarre la cucaracha que me habían dado y agarre un pesado de crema batida y me lo comí, mis mejillas se colocaron un poco rojas porque estaba muy rico y dulce a la vez.

Famtom que estaba allí sentado tomando su café, miro a Charlotte y no pudo pensar que parecía un gatito moviendo su cola y orejas por felicidad.

—Pareces un gatito —Susure.

Charlotte, me miro con un poco de curiosidad.

—¿Dijiste algo?

Yo tomé un sorbo de mi café y después lo coloqué en el plato que me habían dado.

—Nada.