Capitulo 11: Interludio parte 1

Ha pasado unos días desque que recibimos la invitación para la fiesta y hoy es el día del evento, últimamente estos días no he ido a molestar a Cliffy y a Alice, porque no sabía como ayudarlas…

Después de decir eso apreté los puños con fuerza, mientras regresaba a mi habitación, en el camino me encontré con un chico de cabello azul oscuro caminando por la ciudad del búnker.

—Famtom aquí!

Le grité para que me escuchara, y al parecer si me escucho y me miro y vino hacia acá conmigo.

—Hola, Famtom, ¿Qué haces por aquí?

Le pregunté con una sonrisa, pero, en cambio, él me miro con la misma expresión de siempre.

—Hola, te andaba buscando.

—¿Buscando? ¿Para qué?

Al escuchar eso me sorprendió, no sabía que quería Famtom ahorita, pero bueno veamos lo que tiene que decir.

—Hoy es la fiesta del búnker…

—Aja —Respondí con confianza.

—Es una fiesta muy importante porque asistirán muchos nobles de otros países a celebrar y por eso tienes que vestirte de una forma adecuada para esta noche.

—Entiendo… ¿Qué es un noble? —Ladee la cabeza hacia un lado.

Famtom al escuchar la última palabra me miro con una expresión rara, pero bueno, era normal, no sabía algunas palabras, mire hacia otro lado riéndome un poco, “Jejeje”

—Un noble es alguien que tiene mucho dinero y poder en su país, y es gente importante, así que no los molestes porque es nuestro saco de dinero extra.

—Ohhh, entiendo, así que son peces gordos.

Dije golpeado mi puño con la palma de mi mano.

—Exactamente, pero bueno, cambiando de tema, tenemos que ir a buscar un traje para ti.

Al escuchar lo ultimo mis ojos se abrieron de la emoción y miré a Famtom acercándome mucho a él.

—En serio!? Va a hacer igual como al tuyo!?

Él me miro fijamente, pero dio una pequeña carcajada.

—Se podría decir, pero bueno, sígueme, vamos al búnker.

¿Al búnker?

Susurre y comenzamos a caminar hacia el elevador que nos llevaba al búnker, después de haber bajado comenzamos a caminar hacia donde estaba la oficina de Famtom y entramos a la sal donde estaban las paredes de color blanco y algunos pilares del mismo color.

—Aquí es.

Lo miré un poco extrañado a Famtom.

—No entiendo, si es el mimo sitio que siempre pasamos.

—¿No te había contado? Este lugar es uno de los más caros del todo, el búnker, y tiene muchas cosas de lujo, aquí podremos encontrar un traje fácilmente que te quede.

Después de eso entramos a una tienda que estaba por allí y… no puede ser, esta coa es demasiado extravagante.

El lugar tenía demasiadas ropas caras y elegantes de diferentes colores, las paredes eran de un color blanco con unas decoraciones muy finas de color dorado, el personal que estaba allí, actuaba educadamente con uniformes elegantes.

“No sé… pero siento que no debería estar aquí” pensé, en este momento me sentía un poco nervioso por entrar en un lugar de demasiado nivel… sentia como si esto no fuera para mí.

E instintivamente me puse detrás de Famtom que seguía caminando.

—Buenos días, caballeros, ¿En qué les puedo ayudar? —Dijo una señorita dando una reverencia.

—Buenos días, quisiera un traje para este chico.

La señorita, que nos había saludado cortésmente, me miro fijamente y dio una sonrisa.

—Claro pase por favor al vestidor para tomarle las medidas correctas.

Ella lo dijo con un tono amable y elegante, en ese momento me aferré a Famtom con fuerza, pero él al ver esto me aventó hacia donde estaba la joven, antes de que pudiera hacer algo, ella me agarró del brazo y comenzó a llevarme al vestidor.

—Famtom…! ¡Ayúdame…!

Le dije gritando con algunas lágrimas en mis ojos, pero él solo miro hacia arriba como si estuviera mirando algo, pero eso era mentira, me anda ignorando… y en ese momento estuve un rato vistiéndome hasta que fue la hora de la fiesta…

***

Salimos del búnker rumbo a la fiesta. La noche nos envolvió con su manto estrellado, claro y sereno. Sobre nuestras cabezas, las constelaciones brillaban como si nos observaran en silencio, y las farolas del camino, altas y de luz cálida, bañaban la calle con un resplandor dorado que hacía que todo pareciera más suave… más mágico.

Al salir del elevador, allí estaba ella.

Charlotte nos esperaba con los brazos cruzados y una sonrisa tranquila dibujada en los labios. Su largo cabello rosado caía delicadamente por su espalda como una cortina de seda, ligeramente ondulado por el viento nocturno. Vestía un elegante vestido azul zafiro, ceñido a la cintura y con una falda que caía hasta los tobillos en suaves capas traslúcidas. Las mangas eran cortas y de encaje, y una delgada cinta plateada rodeaba su cintura como un lazo discreto. Bajo la luz de las farolas, parecía brillar con una belleza serena y encantadora.

—Al fin llegaron. —dijo Charlotte, con un tono alegre que sonaba como música suave bajo la noche.

—Sí… perdón por la espera. Nos tardamos más de lo que creímos eligiendo los trajes. —respondió Famtom, con una leve sonrisa mientras se acomodaba la chaqueta.

Famtom llevaba un traje de negro profundo con detalles dorados en las solapas y los puños, perfectamente planchado, de corte elegante pero sobrio. La camisa blanca bajo el saco realzaba sus facciones serias, dándole un aire de nobleza. Más que un guerrero, parecía un príncipe salido de una historia olvidada.

—Bueno, vamos a la fiesta. —dijo Charlotte, ofreciendo su brazo.

Famtom dudó un segundo, y luego, con cierta timidez, lo tomó. Charlotte sonrió sin decir palabra.

—Sí. —respondimos los dos al unísono, y nos miramos con una pequeña risa nerviosa.

Comenzamos a caminar entre las calles adoquinadas que nos guiaban hacia la mansión. Había más personas como nosotros, vestidas con trajes formales y vestidos largos, caminando bajo la luz de las lámparas. Las hojas de los árboles cercanos crujían suavemente al compás del viento, y cada paso que dábamos parecía alejar más el ruido del búnker.

Las farolas proyectaban sombras suaves, y el aire estaba impregnado con el aroma de flores nocturnas, frescas y dulces. A lo lejos, se comenzaban a oír tenues notas de música que provenían de la fiesta.

Charlotte miraba el cielo de vez en cuando, con los ojos brillando como si recordara algo hermoso, mientras Famtom la observaba de reojo, en silencio, como si cada paso a su lado le ayudara a respirar mejor.

Mientras caminábamos la poca gente nos comenzó a mirar, yo al ver esto me sentí un poco incómodo y comencé a preguntarme.

Si realmente me veía mal o algo así, así que voltee hacia donde está Famtom y Charlotte, que estaban muy juntitos, tengo que admitirlo.

—¿Oigan, en serio me queda bien?

Después de eso Famtom me miro de reojo mientras caminábamos.

—Si, te queda excelente Neon. —Dijo asintiendo la cabeza, pero yo sentí que no era así.

—¿En serio crees?, y porque la gente nos está mirando demasiado?

Dije un poco preocupado por las miradas y Charlotte que estaba allí me miro de reojo.

—No te preocupes, yo digo que esas miradas vienen porque nos vemos bien, ¿no crees?

 Podría ser, por lo visto, nosotros estamos bien vestidos, así que puede ser eso, y también Charlotte agrego otra cosa.

—Puede ser que seas muy cotizado por las chicas, Neon jeje.

Después de eso dio una sonrisa, yo no entendí lo que quería decir, pero bueno… 

Caminamos por unos minutos hasta que la silueta de la mansión apareció entre la niebla ligera de la noche. Majestuosa, con ventanales altísimos que reflejaban la luz de los faroles, y un patio amplio donde los pasos de los invitados resonaban sobre el mármol como notas musicales. Frente a la entrada, carruajes oscuros y brillantes llegaban uno tras otro, y de ellos descendían nobles con vestidos exuberantes, joyas que destellaban como estrellas y trajes que hablaban de poder y estatus.

El ambiente olía a perfumes florales mezclados con un toque de vino dulce. El aire estaba cargado de expectativa.

Fue entonces que la vi.

Entre los grupos de invitados, se alzaba una figura que acaparó mi atención por completo. Una chica de cabello rojo intenso, recogido en un moño alto que dejaba algunos mechones sueltos caer por su cuello y hombros. Su vestido… era de un rojo profundo, como vino oscuro, con decoraciones doradas que resplandecían con cada movimiento que hacía. El escote en forma de corazón realzaba su silueta con una elegancia provocadora, y su espalda quedaba al descubierto con una sensualidad sutil pero innegable.

No pude apartar la mirada. Mis pasos se detuvieron sin que me diera cuenta.

Ella lo notó.

Como si sintiera mi mirada recorrerla, se giró lentamente. Con un gesto delicado, llevó una mano a su cabello y lo acomodó hacia atrás, dejando ver aún más de su cuello, mientras me miraba de reojo. Su expresión era suave, tímida… pero su sonrisa lo decía todo.

—Así que sí viniste, idiota. —dijo, acercándose con paso firme pero elegante, el vestido ondeando con gracia a su alrededor.

Cuando llegó a mí, su mano se apoyó con confianza en mi hombro y luego, con esa familiaridad suya, revolvió mi cabello como si el traje formal no significara nada.

—Pues claro… —respondí, un poco descolocado—. Es la primera vez que vengo a un evento así.

Su sonrisa se volvió más sincera, más cálida. Como si dijera me alegra verte aquí… sin decirlo realmente.

A su lado, otra figura femenina llamó mi atención. Una chica de cabello castaño oscuro, recogido por primera vez en un moño bajo que dejaba ver la delicada curva de su cuello. Su vestido era azul marino, entallado en la cintura y con mangas transparentes que caían suavemente por sus brazos, dándole un aire de nobleza serena.

Y por un instante… me sorprendí. No sólo por su belleza, sino por lo distinta que se veía. Como si aquella noche las envolviera a todas con un encanto especial, revelando una faceta nueva, misteriosa… encantadora.

—Soheee! Que haces aquí, no creí que vinieras.

Apunte mi dedo hacia donde estaba ella, y chasqueo la lengua y volteo su cabeza hacia otro lado con las manos cruzadas.

—Alice me obligo a venir…

***

Unas horas atrás…

—¿Una fiesta? 

Lo dije un poco curiosa, mire a Alice que estaba detrás de mí, viéndome como hacía mi.

—Si Sohee, será increíble, es una fiesta de nobles y comandantes y nos invitaron.

—Ah… —Lo dije como si me importara, pero en realidad no. —No voy.

—-Queee! ¡Porque no!

—Estoy a punto de acabar un invento, así que no puedo.

Dijo Alice con un grito, al parecer se iba a quejar de mi decisión, pero bueno, ya que, ahorita, quiero terminar mi experimento nuevo, una batidora que tiene la función de congelar y descongelar cosas.

—Vamos Sohee, ven conmigo, me da pena.

Ella me agarró de mi brazo y comenzó a estirarlo, yo abrí los ojos porque no sabía que iba a hacer.

—¡Oye espera un segundo!

—Te voy a llevar a la fiesta. —Ella lo dijo con un tono decisivo, tenía una cara de determinación.

—Eh!? No, no, no suéltame golilla, ¡no quiero ir, quiero terminar este invento!

***

—Y eso pasó.

—Entiendo.

Al lado de Sohee, noté la presencia de una chica que no había visto antes con tanto detalle. Tenía el cabello rubio como la miel al atardecer, perfectamente peinado en ondas suaves que caían sobre sus hombros desnudos. Su vestido era negro, elegante y ajustado, con detalles de color amarillo dorado que resaltaban como si fueran hilos de luz bordados entre sombras. El contraste era hipnótico.

Y, sin saber exactamente por qué, me estaba mirando.

Sus ojos, grandes y expresivos, tenían un brillo extraño… como si reflejaran una emoción contenida. Tal vez sorpresa, tal vez… curiosidad. Sus mejillas estaban ligeramente enrojecidas, y no era por el frío de la noche.

Esa forma de mirarme no era casual. Era intensa. Luminosa. Casi vulnerable. Y durante un segundo, me quedé congelado, sin saber si debía saludarla, apartar la vista… o simplemente seguir observándola también.

—¡Hola Alice!

Sentí cómo mi corazón se saltaba un latido. Me quedé congelada por un segundo, como si mi cerebro hubiera olvidado cómo se hablaba.

 —¡H-hola, Neon! ¿C-cómo has estado?

¿En serio…? ¿C-cómo has estado? ¿Por qué tartamudeé?

No podía ni mirarlo bien….

Traía un traje negro, sencillo, pero elegante, que le quedaba increíble. Se ajustaba a su cuerpo de forma natural, como si lo hubieran hecho especialmente para él. El color hacía resaltar aún más sus ojos, y su cabello… ligeramente despeinado, como siempre, pero de alguna forma… perfecto.

Bajé la mirada enseguida, sintiendo cómo el calor subía a mis mejillas.

No podía dejar que me viera así, toda nerviosa por algo tan simple como un saludo. Pero él… él no tenía ni idea del efecto que tenía en mí.

Apreté el bolso que llevaba con ambas manos, como si así pudiera calmarme. Intenté sonreír, aunque no sé si me salió bien.

¿Cuándo se volvió tan difícil estar cerca de él sin sentir que se me escapan las palabras…?

Alice pensó eso mientras mantenía sus ojos en el suelo, en cambio, Cliffy con una voz energética y al mismo extendió su brazo hacia arriba.

—¡Bueno, vamos a la fiesta!

En ese momento el grupo que a Neon lo acompañaba asintieron la cabeza y comenzaron a caminar a la mansión.

Cuando entraron el lugar era enorme, la entrada había unas enormes escaleras que llevaban a otro piso y entre ellas había algunas personas con trajes finos y diferentes a los de Neon, al parecer eran de otras naciones que habían venido de muy lejos para venir a esta fiesta.

Las paredes era de color blanco y tenía algunas decoraciones doradas, para resaltar lo lujoso del lugar, en ese momento Alice y Cliffy miraron a Neon.

—Bueno, nosotras vamos a ir allá a comer algo, ¡Nos vemos cuando sea la hora del baile! —Dijo Cliffy sujetando a Sohee mientras tenía una cara de molestia.

—Está bien, nosotros iremos hacia la sala del baile. —Dijo Famtom.

—Está bien.

Comento la pelirroja y comenzaron a irse mientras Sohee se quejaba, pero no podía hacer nada porque Cliffy tenía una fuerza sobrehumana.

—Bueno, vamos a sentarnos.

Dijo Famtom, estirándose un poco y Charlotte le respondió con un tono educado y amable.

—Está bien.

En ese momento comenzamos a caminar hacia donde estaba la otra sala… ahora que me pregunto que será esa cosa de baile… mientras pensaba eso, entramos y pude abrir la boca de la sorpresa, el lugar era realmente hermoso.

Era una habitación gigantesca, las paredes que tendrían que ser de concreto eran de cristal y allí se podía ver el patio de afuera, en las paredes había algunas sillas organizadas para sentarse y en el centro de todo había mucha gente hablando.

—¡Guau! ¡Es increíble!

—Comprendo lo que dices… pero no quiero estar parado más tiempo… estar esperando a que te eligieron un traje es agotador.

Famtom lo dijo con un tono que parecía broma mientras daba una sonrisa, en cambio, yo lo mire un poco molesto.

***

En otra parte, Sohee miraba su vestido de pies a cabeza de color azul que tenía algunas escarchas que dispersaban un poco la luz de su alrededor.

—Ah… —Suspire.

Realmente no soy fanática de eventos como estos… mi naturaleza siempre ha sido de una introvertida que nuca sale de su habitación…

Mire a Alice y Cliffy de reojo, ellas estaban en el buffet donde se podía servir un snack mientras esperábamos el plato principal… ellas dos se veían muy alegres probando la comida que estaba allí…

Y por pura curiosidad me acerqué y agarre un poco y le di un mordisco.

—Realmente está bueno… —Dije susurrando mientras lo saboreaba.

Mientras comía mire el lugar más atentamente, tengo que admitir que mi maestro hizo un buen trabajo de organizar y gestionar la decoración del lugar… como esperaba de él.

Después de eso miré a Alice que estaba un poco oculta detrás de la espalda de Cliffy mientras ella habla con unas personas.

Al parecer Alice se anda diviertendo… bueno ella es alguien tímida con las personas que no conoce, pero cuando agarra confianza… es un dolor de cabeza por hablar mucho…

En ese momento no me había dado cuenta, pero di una pequeña sonrisa mientras la miraba, Alice al parecer me vio y vino hacia acá sigilosamente para salir de esa situación incómoda y ella se puso alado mío, yo no me molesto así que seguí comiendo tranquilamente lo que había en el buffet.

Alice dio un suspiro, ala parecer le estaba agobiando la situación de antes, pero en ese momento se nos acercaron dos jóvenes que tenían entre 20 y 18 años, su vestimenta era elegante y exótica, así que eran de otro país, pero no puede ser cualquier noble su vestimenta es algo más elaborada así que son príncipes.

Mirando más atentamente su lenguaje corporal, pude ver que estaban confiados y eran presumidos porque siempre se llevaban su mano al pelo y daban una sonrisa arrogante.

La rubia me agarro del hombro con inseguridad y los dos chicos comenzaron a hablar.

—Bla… bla… bla…

Thc! Lo que faltaba que estos chicos solo vinieran a ligar… y lo peor de todo es que hablan en otro idioma… realmente son unos estúpidos.

Coloque una cara de molestia ante ellos, pero al parecer no les importo, de mi bolso saque unos audífonos mejorados que había creado para ayudarme a entender otros idiomas… básicamente un traductor.

Oh… es verdad no he preguntado.

—You speak english?

—Es of course, I can speak the more idioms.

Con como respondió este tipo solo vino a ligar, porque estaba muy desesperado de conseguir pareja… mire hacia donde estaba Alice, que estaba un poco preocupada, que casi parecía que le iban a salir las lágrimas de los ojos porque no entendía nada.

—Ten… te los presto.

Le alcé mi mano donde tenía los audífonos, ella me miro sin enter lo que quería decir, así que lo dije más claro.

—No lo diré otra vez, te prestó mis audífonos mejorados, te ayudarán a entender lo que dicen las otras personas… lo único malo es que no podrás hablar con ellos.

—En serio!? —Ella lo dijo con un tono animado, pero al verla así no puede controlar mis emociones bien.

—No lo dire otra vez, la verdad no los necesito porque ya de inglés… y aparte me ayudarías a saber que opina otra persona de mi invento. —Lo dije un poco nerviosa. 

—¡Gracias los probaré!

En ese momento Alice se colocó los audífonos alegremente y comenzamos a hablar con los tediosos nobles… ¡Por favor que alguien me saque de aquí!

***

Estaba sentado con Charlotte y Famtom, observando a los nobles practicar en el centro del salón. Sus movimientos eran tan refinados, tan pulidos… que parecían coreografías más que entrenamiento real.

—Ah… esto es muy aburrido —murmuré, dejándome caer sobre la mesa con los brazos estirados.

—Pues ve a hablar con ellos si tanto te aburres —comentó Charlotte, sentada a mi lado, sin apartar la vista del centro.

—No… me da flojera. Además, se ven demasiado intimidantes.

Era la verdad. Cada uno de esos nobles se movía como si el mundo les perteneciera. Refinados, confiados… arrogantes. Sentí una punzada en el pecho. ¿Realmente yo pertenecía a este lugar?

Charlotte me miró de reojo con una sonrisa traviesa. Luego volteó hacia Famtom, como si se le hubiera ocurrido una pequeña maldad.

—Pues que te acompañe Famtom.

Él arqueó una ceja, sorprendido.

—No me molestaría, pero…

Famtom y Charlotte se detuvieron de golpe.

Sentí un cambio repentino en el aire. Charlotte y Famtom también lo notaron: dos hombres mayores, de traje elegante, pero mal entallado, se acercaban. Sus dedos estaban llenos de anillos brillantes, y sus rostros… una mezcla entre condescendencia y deseo.

—Buenos días, Comandante Famtom —dijo uno con una sonrisa soberbia—. No esperaba encontrarlo aquí.

Famtom se levantó con elegancia, siempre firme, y le extendió la mano con diplomacia.

—El gusto es mío. ¿Puedo ayudarlo en algo?

Dije con calma, aunque por dentro hervía, mientras observaba al noble que tenía delante.

—No es nada importante… —respondió con esa sonrisa asquerosa—. Solo me preguntaba si estaría dispuesto a venderme a esa esclava de allá.

Apuntó con un dedo gordo sin dudar a Charlotte.

Ella se quedó quieta, pero lo noté…

Ella bajó la mirada. Sus ojos temblaban. Sus dedos se aferraban con fuerza al vestido, como si intentara contener algo dentro de sí. El muy cerdo la observaba sin pudor, con la mirada fija en su pecho y una lengua asquerosa deslizándose entre sus labios.

Vi cómo Neon se levantaba de golpe, haciendo que la mesa temblara. Iba a decir algo, pero levanté la mano y lo detuve sin mirarlo.

Este asunto era mío.

Inspiré hondo y me acerqué un poco. Sentí cómo mi sombra cubría al anciano. Lo miré con frialdad, sin necesidad de levantar la voz.

—Perdón… ¿Una esclava?

Mis palabras salieron afiladas como cuchillas. La tensión en la sala se podía cortar con un dedo.

—Ella no es una esclava —Si alguien se atrevía a tocar a alguien que amo, no lo perdonaría jamás. Jamás.—. Es mi secretaria… y lo más importante es mi amiga.

Y yo hice una promesa… proteger a los que más amo. Y Charlotte… Charlotte es una de esas personas. Tal vez… la más importante.

Golpeé la mesa con fuerza, esta vez sin contenerme. El sonido retumbó por todo el salón.

Mis ojos no se apartaban de los suyos, cortándolo como cuchillas. El viejo dio un respingo y retrocedió, pálido como una sábana.

—Así que le agradecería que se fuera. Ahora.

—E-entendido… d- disculpé mi atrevimiento… n-nos vemos luego…

Los dos nobles salieron casi corriendo, tropezándose entre ellos, intentando escapar del ridículo y del miedo.

Cuando se marcharon, el lugar recuperó el aliento. Tosí suavemente y miré a Charlotte de reojo. Me sentía vulnerable por haber pensado algo así de ella… y no podía mirarla.

—E-estás bien… ¿Charlotte?

Ella bajo la cabeza, sus mejillas estaban sonrojadas.

—Sí… gracias —susurró con una sonrisa tímida.

Por un segundo… solo por un segundo… nuestras miradas se cruzaron, pero la apartamos al mismo tiempo.

—¡No fue mi intención!

—¡Tampoco la mía!

Dijimos los dos un poco avergonzados y Neon nos miró en silencio, sin entender del todo lo que acababa de presenciar.

En ese momento, se escuchó un tipo de campana pequeña que provenía de en lugar alto del salón del baile, todos miramos hacia allá y había un chico de cabello rubio con ojos azules, mientras sostenía una copa de vino y una cuchara.

A lado suyo estaba Voca que era el mejor caballero del búnker y la mano derecha de Noisy, él tenía un traje de color negro igual al de su jefe.

—¡Buenas noches a todos, hoy es un día muy especial, mis camaradas, como sabrán, hemos descubierto cómo vencer el apocalipsis, no con hechizos ni milagros… ¡si no con el poder de la ciencia! 

Noisy miro entre la multitud a un joven igual que el que tenía un atuendo verde y unos lentes, el apretó con fuerza su copa de vino mientras trataba de poner una cara amigable, pero en realidad estaba muy furioso.

Y a la vez susurro:

Maldito…

En ese momento la gente de alrededor comenzó a susurrarse entre ellos cosas como: “Es verdad, la magia es inútil” “Si verdad” o también “Increíble, la ciencia es así de buena!?”

Noisy al ver eso, dio una sonrisa triunfadora y continuo moviendo su copa que tenía vino.

—Y claro, esta fiesta no es para festejar, sino para agradecer a nuestros compañeros, quienes apoyaron en esta misión de acabar el apocalipsis de una vez por todas… —Dio una pausa— Bueno, es todo lo que tengo que decir así que… ¡Brindemos por nuestros compañeros y que inicie la fiesta!

Levanto su copa de vino y todo lo imitaron, los músicos que estaban allí, comenzaron a tocar una música realmente elegante y armoniosa de fondo.

Después de eso pude ver a dos chicos saliendo un poco preocupados o aterrados y detrás de ellos estaban Alice y Sohee, así que me acerque para ver lo que había pasado.

—Oigan que les paso a esos dos chicos… se ven muy asustados. 

Alice, que estaba allí, me miro con una sonrisa un poco nerviosa, pero, en cambio, Sohee hizo un puchero y miro hacia otro lado.

—Bueno… es que Sohee los asusto por hablar demasiadas cosas, técnicas, jeje…

—No es mi culpa que esos dos gorilas urgidos solo fueran a ligar…

—Jejeje… 

Porque no me sorprende, pensé mientras daba una sonrisa un poco nerviosa, mientras me rascaba la parte trasera de mi cabeza, pero en ese momento me percate de que alguien más faltaba.

—¿Y Cliffy? ¿No estaba con ustedes? —Dije preocupado mirando a todas partes.

—¿La señorita Cliffy?, hace rato andaba hablando unos nobles por allá…

Neon miro a Alice que había bajado la cabeza un poco y apretó los puños.

Porque me siento así… porque cuando hablas de Cliffy… me duele el pecho, no, yo quiero estar con Neon en esta fiesta… así que.

Alce la mirada, ya había tomado una decisión en ese momento, agarre el brazo de Neon con fuerza.

—¡Buenos, vamos a divertirnos en la fiesta, Neon!

Dijo Alice con una sonrisa que resplandecía, Neon que estaba allí le devolvió la sonrisa y comenzaron a caminar a las comidas, en cambio, Sohee que estaba allí los miro con una cara rara.