CAPÍTULO 377

El consultor de aeronaves comenzó a hablar, adentrándose en los principios del vuelo. Incluso tocó el tema de los agujeros negros en el universo y cómo afectan al tiempo, aunque la tecnología humana actual aún no puede aprovechar esa energía.

—Entiendo, puede retirarse —dijo fríamente la señora Fiona, sus ojos verde pino brillando con un destello de determinación helada.

La antigua Kendall nunca pudo seguir el juego, haciéndola sentir irrelevante. La Kendall actual, sin embargo, había pasado por varias verificaciones y demostró ser el verdadero misterio. De esto, se podía concluir directamente que la Kendall anterior y la actual Kendall no eran la misma persona. Kendall bien podría ser... ¡Lucifer!

La señora Fiona se volvió hacia su diácono y preguntó:

—¿Se ha analizado el ADN de la saliva de Kendall?

—Sí, señora. Los platos usados por Kendall anoche no se lavaron y se enviaron para la extracción de ADN —respondió el diácono.