Está bien ser estúpido, solo asegúrate de estudiar después

—Hay otro —agregó Tiralein.

—Inconscientemente me enderecé. ¿Vivo?

—Tiralein hizo una expresión extraña entonces. No sabemos —dijo. Levanté las cejas y esperé pacientemente más explicaciones apoyando mi mano en el regazo. Es el tío de Su Majestad; el abuelo de la Princesa Yuralein—y mío, por así decirlo. Nunca uno de quedarse quieto; siempre andaba en su propia aventura y volvía con un montón de recuerdos del reino demonio, incluso del reino humano. Todavía tengo algunas de las cosas que me dio cuando era niña

—Ella hizo una pausa con una sonrisa nostálgica en su rostro. Y sin embargo, sus ojos parecían estar llenos de tristeza. ¿Aunque él presumiblemente estaba vivo? Tomé un vaso de jugo de fruta shirac sin tocar en la mesa y se lo ofrecí.