—¡Maestro se ve tan feliz! —Mi pajarillo me lo dijo mientras nos remojábamos en la bañera, y supongo que había estado sonriendo y riendo con facilidad después de pasar un buen rato tomando té con mi—ejem—prometido.
—El contacto físico es de verdad importante en una relación amorosa —murmuré mientras miraba mi reflejo en el agua cálida.
—¿Hng? —la cabeza verde, que había estado flotando en la superficie del agua, se inclinó ligeramente. Y entonces el pajarillo de repente saltó y se acurrucó en mi mejilla—. ¿Así?
—Pfft—Me reí y abracé al regordete pajarillo—. Sí, así —palmoteando la cabeza verde, le conté a Jade las buenas noticias que había escuchado de Natha antes de que terminara la hora del té—. Por cierto, la persona que hará tu habitación llegará mañana.
—¿Mañana?! ¡Jade tendrá habitación mañana! —No, tonto —apreté las regordetas mejillas frente a mí—. Tomará tiempo construir una, así que no se puede hacer en un día.