—Mi Señor Demonio no vino solo.
—Vino con peces. Peces. Todo un tanque lleno de ellos, junto con un elfo y un medio demonio medio elfo que supuse eran el vendedor.
—Así que, finalmente, Jade parecía contento viendo a Natha. Bueno, para ser justos, era más como que Jade se alegraba de ver a esos peces. Aún así... sin quejidos —¡hurra!.
—Antes de que perdiéramos la luz del día, llevamos apresuradamente el tanque al lado del estanque, donde los trabajadores de la construcción habían terminado de llenarlo con agua. Con cuidado, el elfo y el medio elfo, con la ayuda de Doun, trasladaron los peces al estanque.
—Jade volvió a volar hacia la estatua del ave elemental, que había sido pulida y adornada con joyas verdes en los ojos. El pajarillo parecía incluso más orgulloso, sabiendo que era una estatua de su yo adulto en el futuro, y se paseaba alrededor de la base de la estatua mientras vigilaba la transferencia de los peces a su nuevo hogar.