Grandes invenciones conllevan una gran responsabilidad

—¿Oh, ya domesticaste a Su Señoría? —Lesta me recibió con una burla casual a su jefe como de costumbre.

—Él no es una bestia, Lesta —moví mi dedo—. Pero digamos que sí lo hice. ¿Terminaste?

—¿Quién crees que soy? —el demonio se burló, sacudiendo el pergamino en su mano antes de mostrármelo—. Los materiales usados en la fabricación de esto son demasiado burdos para mi gusto, pero eso lo hace más fácil de manipular, así que no me quejaré.

Pfft--mira a este demonio elegante, ex callejero. Por supuesto, el material usado en el Castillo de la Codicia sería mucho mejor que el utilizado por un mago casi en bancarrota que había tenido problemas con la deficiencia de mana por años.

—Entonces podemos usar esto para seis personas ahora, ¿cierto? —Tomé el pergamino y lo miré. Los cambios no se podían ver con ojos inexpertos, pero aún así podía entender el patrón. Pero esto...