—La velocidad es divertida. Pero, ¿sabes qué es más divertido? Velocidad con obstáculos.
Sin necesidad de seguir a un grifo más lento, Vrida aceleró tanto como quiso, atravesando túneles de montaña y pasando por debajo de puentes de piedra. Había caminos tan estrechos que tenía que plegar sus alas y girar en redondo.
Ignis emitía ruidos inaudibles que sonaban como maldiciones, pero Jade y yo estábamos ocupados gritando emocionados como si estuviéramos en una montaña rusa.
—Por supuesto, ninguno de nosotros sabía lo que se sentiría al montar una montaña rusa, pero, ¿a quién le importa?
[¡Papá, es taaan divertido!]
—¡Lo seeé! —Y también sabía que a Natha no le iba a gustar esto, pero de alguna manera, eso lo hacía aún más divertido, jajaja. Un emocionante añadido si debo decirlo. Vrida también se divertía mientras la dejaba volar de la manera que quisiera. Baja o alta, a través de espacios angostos o cielo abierto —a veces chillaba feliz, retando a Jade a un concurso de gritos.