—¿Conoces la sensación de estar parado fuera de una casa en llamas mientras todos los demás están ocupados apagando el fuego?
Así era más o menos mi boda.
Digo, aparte de sentirme deprimido y amorosamente enfermo, no tenía nada que hacer aunque todos estaban muy ocupados. Todo el día, escuchaba a la gente entrando con suministros y a los gólems yendo alrededor de la torre y el jardín para preparar el lugar; tanto para la ceremonia allí arriba como para el banquete en el jardín aquí abajo.