—¿U-Un camino?
Nos movimos instantáneamente. Enderecé mi espalda y Natha se sentó en la cama, agarrando el reposabrazos de la silla en la que D'Ara estaba sentada. Jade, quien no sabía nada, parpadeaba y miraba a D'Ara desde mi hombro.
—No se emocionen demasiado —la vampira agitó su mano—. Dije "podría".
—Aun así...
—¿Qué es? —preguntó Natha con voz rígida.
Podía ver que se contenía tanto como podía, pero su impaciencia se filtraba a través de la caída de la temperatura.
Por suerte, tenía un calefactor portátil en mi hombro.
—Transferir mana directamente es imposible —D'Ara se frotó los labios mientras sus ojos rojo sangre se entrecerraban—. Incluso los vampiros tienen que consumir primero la fuente de mana. Jade también es igual, ¿no es así?
[¡Ung! Jade come bolas deliciosas que Papá hace!] El pajarillo asintió alegre, feliz de ser parte de la discusión.
—Pero... si se trata de consumir...