—¡AHHHHH! —Fu Yu Shen gritaba cada vez más fuerte hasta que su garganta comenzó a moverse de manera inhumana, siguió así durante mucho tiempo antes de que su cuerpo se desplomara sobre la cama y comenzara a contraerse como si estuviese siendo electrocutado.
—¿Yan Yan? —Fu Yu Sheng miró a Song Yan que estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas y una expresión solemne en su rostro mientras observaba a Fu Yu Shen, sus ojos brillando con el tono azulado de las llamas de la vela—. ¿Qué está pasando?
En la cama, Fu Yu Shen se retorcía como si estuviera sufriendo mucho dolor, era un poco inhumano que observaran en silencio a Fu Yu Shen torcerse de esa manera cuando estaba envuelto en vendas así, su apariencia ya era lo suficientemente grotesca y con él contrayéndose de esa forma solo lo hacía aún más horroroso.
Con suaves gemidos que a veces se convertían en gritos fuertes hacían que se les erizara el pelo.