—Estás exagerando el asunto —la Madama Mayor Fu se quedó atónita cuando vio que la mujer que siempre tenía la cabeza baja la miraba con una sonrisa burlona en el rostro, pero al final era la anciana de la familia. Aunque estaba sorprendida por el cambio repentino, cerró los ojos, tomó una respiración profunda y luego espetó con voz chillona:
— Yu Shen está bien, ¿no es necesario que todos hagan un escándalo, verdad?
—Ya veo, así que según tus palabras... mientras nadie muera, ¿el intento de matar a alguien no debería contar? —Song Yan preguntó de nuevo mientras miraba a la Madama Mayor que la observaba frunciendo el ceño.
—Puedes decir eso —respondió la Madama Mayor Wu. Los ojos de esta mujer eran demasiado oscuros, mirarla era como si estuviera viendo un vacío, ni siquiera podía mirar esos ojos sin preocuparse de que sería absorbida por la mirada de esta mujer.