—Aquí tienes —Shen Xin le entregó la pequeña bolsa que llevaba en las manos y luego miró a Fu Rong con una sonrisa—. Yu Wan me dijo que te diera esto, estaba realmente disgustada cuando su médico no le permitió dejar su cama del hospital por eso me entregó este regalo que compró para el cumpleaños de tu abuelo.
—No había necesidad de que se tomará tantas molestias —suspiró Fu Rong pero aún así tomó la bolsa que le entregaba Shen Xin—. ¿Cómo está ella? ¿Todavía sufre de pesadillas?
Yu Wan pasó por una pesadilla infernal, estos días incluso mientras dormía se le recordaban todo el dolor que tuvo que pasar bajo las manos de Fu Qingyuan y a menudo despertaba en la noche, esta era la razón por la cual los doctores de la familia Fu querían que se quedara en el hospital porque estaban preocupados de que la condición mental de Yu Wan era demasiado débil para soportar el dolor que le causaba sufrimiento.