Al final, Lu Yizhou solo pudo hacer uso del paño blanco que cubría los muebles. Un aleteo levantó todo el polvo en el aire y tuvo que resistir las ganas de estornudar varias veces mientras se envolvía con el paño alrededor de sí mismo. Afortunadamente, era más que suficiente para cubrir su desnudez. Se propuso tomar un baño tan pronto como amaneciera.
Extendiendo una mano hacia Ozzie, dijo —Vamos.
Ozzie saltó ágilmente sobre su brazo para posarse en su hombro como siempre —¡Vamos, Papito! —Se restregó la cabeza en la curva del cuello de Lu Yizhou y zumbó dichosamente—. Aparte del olor a sexo, hueles justo como Mamá, ¡miau! ¡Me gusta!
Lu Yizhou: "..."
—...Bueno saberlo —fue todo lo que pudo decir después de tomar algunas respiraciones profundas.