—Tenían que encontrar la tercera pista lo antes posible, pero ahora que Ellie había desaparecido, ¿cómo podrían encontrar la última pista entre miles de libros en esta enorme biblioteca? ¡Era como buscar una aguja en un pajar!
—Lu Yizhou sabía que nada bueno saldría de perder la calma, especialmente en un momento crítico como este, pero no podía evitarlo. El rostro pálido de Ellie y su figura translúcida no dejaban de aparecer en su mente. No estaba bromeando cuando dijo que quemaría toda la casa y se enfrentaría a los del tercer piso. Solo un pequeño empujón más... siempre que descubriera que algo malo le había pasado, ¡Lu Yizhou realmente estallaría y arrastraría todo consigo!
—Ji Yan parpadeó varias veces antes de recuperarse y rápidamente alcanzó a Lu Yizhou, cuyos pasos eran tan largos que tuvo que correr. —E–Espera —tartamudeó—. La segunda pista... Has sido tú quien ha encontrado la segunda pista, ¿verdad?