—Advertencia: una pequeña dosis de gore.
***
—La tierra tembló y los gritos retumbaron desde todas direcciones. Escombros cayeron del techo y la lámpara de araña antigua se estrelló, rompiéndose en miles de pedazos. La bombilla parpadeaba una y otra vez, sumándose al aire angustiado que envolvía el salón.
—Hace apenas un momento, este lugar era un salón hermoso y elegante. Sin embargo, en un parpadeo, casi se había convertido en ruinas. Mesas y sillas estaban volteadas y el suelo estaba chamuscado de negro.
—La estatura amplia de Lu Yizhou cubría a Ellen de pies a cabeza, protegiéndolo de las piedras sueltas y los escombros. Ellen tardó unos segundos en volver en sí antes de empezar a forcejear. Aún entonces, sus oídos seguían zumbando por las secuelas.
—Lu–¡Lu Yizhou! ¡Déjame ir! Tú... ¿Qué crees que estás haciendo? —Aún entonces, sus oídos seguían zumbando por las secuelas.