Zhao Bolin se desplomó en el suelo. Con un jadeo de dolor, se cubrió el pecho y tosió fuertemente. Podía saborear débilmente la sangre en la punta de su lengua y... ¡Dios, dolía tanto! Casi pierde el conocimiento del shock cuando su espalda hizo contacto con la sólida pared. ¡A lo largo de veintiocho años de su vida, esta era la primera vez que el estimado Profesor Zhao experimentaba un sufrimiento tan enorme!
—Tú —levantó la cabeza enojado y se quedó atónito al instante por la vista frente a él.