Mientras Yuri acababa con la enjambre de insectoides que la rodeaban, el suelo se había sumido en un caos total. El abrumador número de insectoides ponía en gran desventaja a los guerreros humanos, limitados a armas frías y armas de fuego débiles.
Yuri echó un rápido vistazo a su alrededor. No muy lejos, Ender, Daleks y Kilana estaban enredados en combate con insectoides de primer nivel, ganando gradualmente la ventaja. Hoolin y Tyrone, equipados con sus nuevos trajes de mecha mejorados, mostraban una valentía creciente frente al peligro.
Cuando la mirada de Yuri se posó en un mecha rojo-verde a lo lejos, sonrió con desdén y comentó:
—No es de extrañar que se escapara tan rápido.
El mecha rojo-verde de estilo masculino estaba en ese momento montado sobre el cuello de un insectoide de cuarto nivel. Una mano agarraba el cuerno de la criatura mientras la otra formaba un puño, golpeando el cráneo de la bestia.