—La noticia de que el Oficial Lyao trajo de vuelta la piedra estelar palidece en comparación con la atención que atrajo su declaración de que diez betas de nivel SSS no valen tanto como un Yuri.
—Maldita sea. Ese astuto zorro del Oficial Lyao está difundiendo otra vez esas ideas en la red interstellar —bufó Daleks, maldecido en voz alta—. Si realmente él favoreciera a Yuri, ¿la dejaría peinar el Mar de la Conciencia en busca de quinientos alfas cada día?
—Ender miró a Daleks con sorpresa. No esperaba que lo vieras todo tan claro.
—Daleks se irritó aún más. ¿Crees que soy un tonto? —El Oficial Lyao solo quiere que todos en la Alianza y a través de las estrellas sepan lo bueno que es con Yuri. Después de esta forma, si Yuri habla mal de él en el futuro, nadie le creerá. Las personas solo culparán a Yuri, etiquetándola como una desagradecida.
—Ender le dio a Daleks un pulgar hacia arriba. Tú eres el que tiene la cabeza clara aquí.