Un sonido ensordecedor resonó desde la transmisión en vivo, seguido de un apagón. La transmisión se cortó y no se podía ver nada.
—¿Qué acaba de pasar?
—Fue un bombardeo, idiota.
—¿Está bien Yuri? ¿Alguien llamó a la policía?
—¿Esos hombres eran siquiera humanos?
—No pude ver claramente en la oscuridad, pero estoy seguro de que cuando Yuri le cortó el brazo al hombre, no hubo sangre.
—Volví y vi la repetición, efectivamente no hubo sangre.
—Entonces, fueron esos siete hombres quienes detonaron las bombas. Siete bombas humanoides.
—Maldición, fue igual en el hospital de la Academia Militar N° 1. Pero ahí explotó una persona viva.
—Debe haber sido obra del Imperio. Vinieron a vengarse de Yuri.
—¿Venganza?
...
En el cuartel general militar, el Oficial Lyao frunció el ceño profundamente —¿Hemos contactado a Tuss?
—No —respondió un sargento, su expresión ansiosa.