Yuri, habiendo absorbido génesis de metal de dos almacenes principales, aún parecía algo insatisfecho.
—Voy a buscar más —ofreció Tuss, dirigiéndose hacia la salida.
—No es necesario, estoy bien —Yuri lo detuvo rápidamente—. Ya no me siento incómodo.
Tuss se detuvo, comprobando la hora. —Es mañana ahora. Si te sientes mal por la tarde, iré a buscar más.
—Ha pasado un mes entero. ¿Todavía no hemos terminado de extraer la esfalerita? —preguntó Yuri con curiosidad.
—Casi hemos terminado. El dinero de la venta de la esfalerita, después de impuestos, es suficiente para comprar una nave de batalla de tamaño medio. Pero nuestro rango militar no es lo suficientemente alto como para comprar una nave de batalla, así que planeo comprar una nave estelar de carga primero —Tuss buscó la opinión de Yuri.
Yuri parpadeó sorprendido. —¿Ya somos tan ricos?
Tuss asintió. —Si hablas de cientos de miles de millones, entonces sí.