Atrayendo la Atención

La cara de Yuri se iluminó al recibir exitosamente tres mil millones en su cuenta. Una tenue sonrisa se dibujó en sus labios.

Kinx arqueó una ceja —¿Qué tal si me vendes esas otras pocas gemas que has guardado?

Yuri negó con la cabeza —Esas son reliquias para ser atesoradas.

Conteniendo una sorpresa, Kinx preguntó —¿Cuándo tallarás las restantes ochocientas piedras? ¿Puedo mirar? Si el resultado es bueno, las compraré todas.

Yuri aún negó con la cabeza —Mañana voy hacia Imperia Nexus. Puede que no nos volvamos a ver.

—Vaya, qué coincidencia… yo también regreso a Imperia Nexus mañana. Podemos viajar juntos —respondió Kinx con una ligera sonrisa.

Esa noche, Yuri reservó una habitación junto a la de Kinx. Al día siguiente, viajaron juntos en el lev privado de Kinx hacia la estación espacial.

Kinx la ayudó a comprar boletos para la nave estelar – dos lujosas habitaciones contiguas.