No hagas el héroe

Bai Shiliu observó a Luo Huian alejarse, apretó los dientes y le dijo a Duan Ji Xu:

— ¡Rápido, necesitamos dirigirnos al centro de evacuación ahora!

Duan Jia Xu miró a Luo Huian quien ya se había perdido en el mar de gente. Solo que ella se dirigía hacia la cafetería mientras todos huían de ese lugar.

«Por favor, que estés a salvo», pensó Duan Jia Xu preocupado antes de girar sobre sus pies y correr tras Bai Shiliu.

Dado que no podía ser de ayuda, podría así mismo esconderse en el centro de evacuación y dejar de ser una carga para aquellos que intentaban salvarlo.

En el otro lado,

—Eso fue realmente tierno, Hui Hui —dijo Xiao Bai a Luo Huian quien ignoraba la burla con todas sus fuerzas—. Sabía que podías preocuparte por la gente.

—Es cierto, la forma en que le pediste a ese mer que fuera a la zona segura. Eso fue realmente genial, justo como yo —comentó Xiao Hei mientras se frotaba orgullosamente las fosas nasales con su cola.

—¡Ella era tierna como yo!