—Parece que Lin Lin no está en la habitación —comentó casualmente Luo Huian aunque podía ver el bulto en la cama moverse.
A diferencia de los adolescentes, adultos y ancianos—Luo Huian gustaba de niños como Ren Lin.
Eran agradables y mucho más fáciles de entender. Por no mencionar que podía llevarse bien con ellos.
Luo Huian se acercó a la pequeña cama donde Ren Lin estaba 'escondiéndose' y se sentó.
—Ahora, ¿qué debería hacer? —preguntó, fingiéndose perpleja—. ¿Cómo le digo a Lin Lin que lo siento?
Con eso, se volvió para mirar al gran oso de peluche sentado al lado de la cama antes de decir:
—Oye, Señor Oso. ¿Puedes decirme qué debo hacer para que Lin Lin vuelva a mirarme?
Hubo una larga pausa pero luego
—Tú... tú dijiste que confiabas en Lin Lin. Le dijiste a Lin Lin que no había ningún Gloom dentro de ella —contestó una voz ahogada y entrecortada mientras el bulto en la cama se movía—. Mentiste. Eres muy malo, Mentiroso. Lin Lin no quiere verte.