—¿Qué quieres decir? —Qin Feng miraba fijamente a su tío mientras lo cuestionaba enojada—. ¿Qué quieres decir con que debería ir a la cárcel, tú también robaste dinero?
—¿Y? —Qin Qiu se burló de ella alzó su mano y tocó la cabeza de Qin Feng antes de decir:
— Yo lo hice, pero llevo mucho tiempo haciendo esto —he robado pequeños montos de dinero, ¡no robé todo de una sola vez!
—¿Qué tan estúpidos crees que son para no darse cuenta de que has robado tanto dinero?
—Fue tu papá, ¿verdad? Debe haber sido él quien debe haberte dicho —ya que tu tío está robando dinero, entonces tú también podrías hacerlo bien, ¿verdad? —Qin Qiu estaba furioso solo de pensarlo bajó la mano a un lado mientras miraba fijamente a Qin Feng. Sin embargo, un segundo después, sus labios se curvaron en una sonrisa burlona mientras decía.
La expresión de Qin Feng cambió mientras se endurecía al escuchar las palabras de Qin Qiu.