—¿Qué clase de tortura tan mierdera es esta? —Luo Huian se estremeció por tercera vez al ver un fantasma saltar de la nada en la pantalla. Desearía poder cerrar los ojos y salir de este agujero infernal en el que la habían empujado, pero...
Se volvió para mirar a Fan Meilin, quien estaba observando la pantalla con una sonrisa emocionada en sus labios. Se volvió y la miró antes de decir:
—¿No es esto divertido?
—S-sí —Luo Huian sonrió con la cara pálida. Se volvió a mirar la pantalla y cerró los ojos solo un instante al ver que había otro fantasma esperando a la actriz justo detrás de la esquina.
Xiao Bai miró a Luo Huian, cuyo rostro se ponía cada vez más pálido, antes de mirar a Xiao Hei. Le dijo:
—Ahora que lo recuerdo... Huian siempre ha tenido miedo de los fantasmas y demonios, ¿verdad?
Por alguna razón, Luo Huian estaba bien con monstruos y esas cosas, pero no estaba bien cuando se trataba de lidiar con fantasmas.
En cuanto a por qué era así, ninguno de ellos tenía idea.