Fan Meilin entró en la habitación que pertenecía a Luo Huian, sus ojos brillaron en cuanto entró en la habitación. Un suave aroma de jazmín llenaba el cuarto, y en medio de la habitación había una cama tamaño Queen en la que yacía una princesa.
Sin embargo, eso no sorprendió a Fan Meilin. Lo que lo sorprendió fue que en cuanto puso un pie dentro de la habitación, su mente se aclara. Ya no luchaba con sus pensamientos, si acaso, se sentía tan relajado y confiado que Fan Meilin sentía que podría ganar o enfrentarse a cualquier cosa.
—¿Qué eres? —preguntó mientras miraba a la mujer que dormía tranquilamente en la cama.
Estaba seguro de que había algo muy diferente en Luo Huian. No era solo su personalidad la que había cambiado, era como si su misma esencia hubiera sido intercambiada.