—¡Quiero subirme también a esa! —Fan Xiajin señaló a la montaña rusa que subía y bajaba, pero esta vez Fan Meilin no iba a permitirlo. Tiró de su sobrino hacia él y le dijo:
— No vas a ir a ninguna parte, este juego es para adultos y te vas a quedar conmigo. ¿Entiendes?
No podía dejar que Fan Xiajin se subiera a esa atracción, no es que fuera imposible permitirle al trabajador hacer una excepción ya que el parque de atracciones pertenecía a su familia, pero Fan Meilin no iba a dejar que este mocoso actuara caprichosamente otra vez.
—¡Pero yo quiero! —Fan Xiajin hizo un puchero queriendo subirse a la montaña rusa a cualquier precio. Se veía emocionante y quería probarlo. De niño, cuanto más novedosas parecían las cosas, más deseaba tenerlas en sus manos.
Luo Huian miró a Fan Meilin y Fan Xiajin antes de decir:
— ¿Por qué no pruebas ese? —Señaló a los coches de choque—. Creo que se permite que los niños se sienten.