—Usted Ruojin salió de su ensimismamiento y miró a Chu Jixue; podía percibir que el mer estaba enfadado y debió haberse dado cuenta de que algo andaba mal con ella. Por eso, se excusó —Tengo hambre. Llevo tres horas probándome ropa y hasta los dependientes están comiendo ahora. Solo yo estoy muerta de hambre y observándolos comer.
Sólo entonces Chu Jixue se volvió y miró al dependiente que estaba comiendo un rollo de canela. Cuando el asistente se dio cuenta de que lo miraban, inmediatamente bajó la mano y escondió el rollo detrás de su espalda con apuro.
Sin embargo, eso fue suficiente para aliviar las preocupaciones que Chu Jixue tenía en su corazón y se volvió a mirar a Usted Ruojin con una sonrisa en su rostro.
—¿Una tontería así? Deberías haberme dicho que tenías hambre. Hubiera pedido algo para ti —Chu Jixue se volvió y pidió a un asistente que trajera algunos rollitos de huevo y también sopa para Usted Ruojin.