Acosando a su esposa

—¿Ni siquiera escuchaste algo de lo que dije? —preguntó Long Zhong a Qi Yongrui cuando vio que el mer realmente estaba dejando el hospital para ir a encontrarse con Luo Huian.

—Escuché bien lo que dijiste —Qi Yongrui se giró para mirar a su amigo y luego dijo en voz baja—. Y no soy lo suficientemente tonto para derramar elogios sobre una mujer que me dejó solo en la calle cuando estaba inconsciente. La razón por la que quiero buscarla es porque no puedo recordar lo que pasó esa noche.

Qi Yongrui estaba seguro de que algo pasó esa noche antes de que se desmayara pero no importa cuánto tratara de recordarlo, nada venía a su cabeza. Era realmente aterrador cuando pensaba en cómo sus recuerdos habían sido borrados como si nunca hubiesen existido en primer lugar.

Entonces, ¿cómo no iba a interrogar a Luo Huian, la única clave para todas sus preguntas?

—¿No recuerdas nada? —preguntó Long Zhong sorprendido. Parpadeó y comentó: