Un encuentro con los piratas

Despertar al zumbido constante de una comunicación entrante no era como quería despertarme de mi siesta. Despertarme de mi siesta tampoco era como quería despertarme.

Acariciando mi rostro sobre el colchón masculino debajo de mí, solté un gruñido bajo. —Si es Pippa, dile que se joda —murmuré, subiendo la pelambre negra hasta quedar completamente oculta debajo de ella. Me sentía como si me hubiera atropellado un camión Mac, y no quería moverme.

—No es Pippa —respondió Jun Li por los altavoces para que todos pudieran escucharlo.

—Nadie más llama además de Medianoche y Pippa, y Medianoche está aquí, así que dudo que sea él —gemí, sacando la cabeza de la pelambre. Mirando a mi alrededor, vi a Medianoche saludarme, confirmando mi declaración.

—Es el jefe de los Uugazts —contestó Jun Li, y podía escuchar cómo intentaba sin éxito suprimir la risa en su voz.

—¿Quién es ese? —pregunté. El nombre me sonaba familiar, pero por la vida no podía recordar por qué.