Vraev'ox se detuvo por un momento, su mente analizando cuidadosamente las posibilidades de tal situación. Siempre había sentido que el barco embrujado no era más que una alucinación o una historia inventada para mantener a la gente alejada de saquear naves abandonadas para su propio beneficio.
Sin embargo, aún no había visto a nadie más aparte de los tres Saalistaja frente a él. Eso, combinado con el hecho de que ni él ni sus compañeros de caza parecían recordar nada después de abordar, lo hacía preguntarse si las historias no estarían basadas más en hechos que en ficción.
—Nunca obtuve tu nombre, Anciano —dijo Vraev'ox con suavidad, reprimiendo su preocupación. Mientras mantuvieran sus armaduras puestas, nada debería poder afectarlos. Sin embargo, los otros tres deberían haber hecho lo mismo... entonces, ¿puede este parásito lograr atravesar la armadura nano Saalistaja?