Yo Guardaba Rencores

—¿Y ya estás en el sistema? —pregunté, necesitaba saber exactamente qué estaba pasando. Dejé que el agua de la ducha se llevara todo lo que pudiera, sin querer tocar nada sobre lo que podría haber vomitado o no.

No tenía idea de cómo Midnight podía soportar sostenerme en este momento. Era verdaderamente un testimonio de su devoción.

—Estoy —respondió Jun Li—, su voz ya no venía por mi auricular sino a través de los altavoces—. Aunque hay algunos sistemas que parecen estar demasiado dañados para que yo los repare.

—¿Qué tipo de sistemas? —pregunté, curioso—. Midnight me colocó suavemente sobre mis pies pero me acercó más para que mi cabeza descansara contra su pecho. Sentí sus dedos pasando por mi cuero cabelludo, y me estremecí—. Quizás no quieras hacer eso. No tienes idea de lo que hay allí.

—Está bien —dijo él—, y pude sentir algún tipo de jabón obrando su magia en mi pelo.