—Night miró al más reciente macho que entró en su espacio e inclinó la cabeza a un lado —dijo él—. Era diferente a cualquier cosa que hubiera visto antes y parecía confundirse con las sombras tan bien como él.
—Inclinando su cabeza hacia el otro lado, observó al macho que lo estudiaba a cambio —agregó.— Aprobando su falta de desafío, Night se acercó más a la cosa que solo tenía cuatro patas. Emitiendo un chillido inquisitivo, oyó un bajo gruñido como respuesta.
—Pumpkin —dijo para sí—. El nombre del macho era Pumpkin.
—Night asintió con la cabeza como había visto hacer a su hembra varias veces —continuó.— Dándose la vuelta, comenzó a alejarse. Como esperaba, la criatura lo siguió pero parecía ser incapaz de caminar correctamente. Parecía saltar sobre sus dos patas traseras, usando las dos delanteras más como medio de equilibrio que cualquier otra cosa.
—¿Estaba herido? —se preguntó Night.— Era inútil proteger a la hembra si estaba dañado.