Tardó poco más de dos semanas y media para que Jun Li terminara lo que tenía entre manos, y pudiéramos dejar la Tierra.
Honestamente, el tiempo parecía alargarse y pasar demasiado rápido al mismo tiempo.
Quería mostrarles a los chicos más de la Tierra y llevarlos a otros países para que pudieran ver la verdadera belleza del planeta que había llamado hogar durante 19 años. Pero la doctora Deshaye, Emily como prefería ser llamada, insistía en que la viera todos los días en su oficina para poder monitorear la salud y el bienestar de los bebés.
Aunque me quejé y protesté, realmente no estaba tan molesto por ello. Hubo algunas veces en las que me sentí más como un experimento científico que como un paciente, pero fueron pocas y distanciadas.
Y los chicos pusieron fin a eso rápidamente.
Todos esperábamos que yo estuviera de parto ya, pero aunque parecía que iba a explotar en cualquier momento, los chicos dentro de mí no tenían prisa por salir y saludarnos.