¿Qué quieres decir?

Ella permanecía inmóvil, su tenedor trazando ociosamente los bordes de su desayuno intacto. En el pasado, hubiera atesorado una mañana como esta —una reunión familiar. Su padre, hermano, abuela, todos alrededor suyo alborotados mientras ella evitaba la comida. Era el tipo de escena que alguna vez había soñado, el tipo de momento que siempre le había traído paz.

Pero hoy, ese calor se sentía hueco. Al mirar a su padre, no veía el amor que pensaba ver. No. Todo lo que veía era el engaño que le había infligido incluso mientras continuaba pretendiendo que estaba bien. Esto es lo que Aiden y Nathan habían intentado advertirle. Cuando dijeron que estaba siendo manipulada. Hizo una mueca. No era de extrañar que Aiden no quisiera a él en su casa. Saber que el hombre podía venderte por su propio beneficio egoísta siendo tu padre, haría sentir asco a cualquiera.