Mil millones por pastilla.

—Increíble, la estrella fisgona ya se ha enterado de la noticia —publicaron la foto que el cuñado compartió en sus momentos.

—¿Qué? —una sorprendente pregunta colectiva dio vueltas y todos inmediatamente buscaron sus teléfonos.

—¡Hijo de puta! —Jun Muyang maldijo—. ¿Quién demonios es este? —Jun Muyang maldijo.

—Muyang, cuida tu lenguaje —dijo su madre severamente—. Mei-Mei estaba aprendiendo a hablar; no necesitábamos que aprendiera semejante lenguaje soez.

@oficial Jun Muyang: [La estrellita curiosa poderosa, si alguna vez descubro tu identidad, estás muerto. Así que escóndete muy bien en el rincón oscuro donde nunca pueda encontrarte.]

@La estrellita curiosa poderosa: [Oficial Jun Muyang, la libertad de prensa es un derecho joven maestro Jun. Sin embargo, felicitaciones parecen llegar con más de un año de retraso para ti y la Dama Chi.]

—Muyang, deja de alentar a ese paparazzo, sabes que la mayoría de ellos no tiene límites —He Weili le dijo.