Sr. y Sra. Smith

—Ella no se moverá hasta que le digas qué usas en tu piel —Ian le susurró.

—Oh —ella respondió—. Uso una crema casera que hago yo misma, si te interesa, mañana enviaré a alguien con una botella antes de la sesión de fotos en tus enormes jardines.

Había visto esos jardines en su pantalla virtual más temprano en la noche, a través del metraje de un dron que hizo un reconocimiento. Cuando construyera su propia casa tenía intención de replicar esos jardines de flores.

—Lo agradecería —dijo la señora Smith, finalmente soltando la cara de Chi Lian—. Pero cuéntame acerca de esta sesión de fotos que estoy oyendo por primera vez —ella miró a su hijo con una pregunta en sus ojos e Ian se sonrojó y se rascó la nuca.