Los ancianos están llenos de elogios.

—Abuela, ¿dónde está mi suegra? —Chi Lian finalmente preguntó algo que le causaba curiosidad. No era propio de su suegra estar fuera a esta hora. Su suegro, tal vez, pero nunca su suegra.

—Ella salió a tomar algo con tu madre, ambas han estado saliendo frecuentemente. Al principio pensé que solo era por diversión, pero luego descubrí que están curando sus heridas por lo de esa cantante —explicó la vieja señora.

—¡Du Moxi! —Chi Lian dijo con voz insegura.

—Esa misma, se preocuparon demasiado por ella en la empresa, sabes, le rompió mucho el corazón a tu madre lo que esa chica hizo. Weili me dijo que no te lo contara, pero tu madre lloró por ello. Supongo que estaba demasiado apegada a la chica —continuó la vieja señora.

Chi Lian asintió, podía imaginarse que sucedía. Su madre era una mujer emocionalmente frágil desde que sus verdaderos padres aparecieron.

—Bueno, mientras le ayude a seguir adelante, quizás debería darle a alguien más que cuidar —comentó Chi Lian.