Ella se unió a su esposo y sus hijos en un sofá morado donde habían estado esperándola todo el tiempo. Luego levantó a Mei-Mei pero la niña pidió que la bajaran y Chi Lian la dejó ir. —Ahora puedo relajarme y podemos irnos de luna de miel.
Muyang tocó la cabeza de Chi Lian y le acarició el cabello mientras la miraba con una mirada amorosa. Ella había logrado mucho más de lo que él esperaba en tan corto período de tiempo. Cuando la conoció, ella era menos mujer de negocios y más despreocupada. En los últimos meses había dado todo de sí para impulsar sus negocios a ser lo mejor posible.
—Eres increíble —le dijo él.
—Lo sé —ella rió un poco, aceptando el cumplido mientras expresaba su autoconfianza también—. ¿Quieres un laboratorio en el edificio? Reservé uno para ti en este piso ya que sé cuánto te gusta trastear con cosas. Creé un laboratorio de computación completo con monitores grandes en las paredes, un cerebro semi super y una inteligencia artificial inteligente.