La pareja de vacacionistas que se despertó por la mañana sin ningún programa preplaneado en mente. Por esta razón, durmieron hasta tarde, despertándose cuando el sol ya estaba alto en el cielo.
Muyang fue el primero en levantarse porque unos rayos del sol se colaron por la ventana y le golpearon la cara. Fue la irritación del pequeño calor y brillo lo que lo obligó a abrir los ojos.
Su esposa se acurrucó más en sus brazos cuando él intentó moverse, murmurando algo sobre que era muy ruidoso. Él sonrió y le tocó la frente suavemente, —Esposa —la llamó—. ¿No vas a despertarte? —preguntó con voz suave.
—No —susurró ella y colocó su mano en el abdomen de él. Luego comenzó suavemente a seguir con el dedo los músculos de su estómago con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Ah —dijo él—, ¿es esto lo que te despertará?
—No —respondió ella también en voz baja que casi era un susurro—. Solo estoy tocando mis abdominales.