¡Paga con sus puntos! ¿Por qué?
—Oye, no T4, ¿por qué estoy pagando por información que no es de tu mundo?
El sistema no respondió, desapareciendo convenientemente como si nada se hubiera dicho; sin embargo, cuando ella llamó el nombre de T4, incluso él permaneció en silencio. Parecía que el sistema central tenía a T4 como rehén y no sería liberado hasta que ella pagara un rescate.
No tener a T4 era algo que la ponía inquieta y ansiosa, el sistema era como una droga a la que estaba adicta. Dependía de T4 para tantas cosas que él era su compañero en casi todo. Era evidente que terminaría pagando al sistema ladrón.
—De acuerdo —dijo ella.
—Gracias por su patrocinio —dijo una voz mecánica y los diez puntos fueron deducidos de inmediato.
—T4 —lo llamó, ligeramente preocupada de que aún no hubiera vuelto.
—Estoy aquí, anfitriona, fui silenciado temporalmente —respondió la mascota del sistema.
—¿Qué pasó? —preguntó ella.
—Hubo un fallo en el sistema —dijo él.