—Henry, no puedes quedarte aquí. Todavía tienes trabajo que hacer en la futura empresa petrolera de Amy. Déjame encargarme de esto —le recordó Rei a Henry cuando lo notó absorto mirando las grabaciones de CCTV junto a los demás.
—Tienes razón —reconoció Henry, tomándose un momento para recopilar sus pensamientos—. Rei, lo siento por... bueno, ya sabes.
Rei interrumpió con una sonrisa burlona, cortando la titubeante disculpa de Henry. —Te perdono —dijo, con un tono ligero—. Pero tendrás que compensármelo. Envía la compensación a mi cuenta. Espero una suma generosa por mi nariz guapa rota —bromeó Rei, riendo a carcajadas.
Henry sacudió la cabeza, uniéndose a la risa. —Puedes contar con ello. Aseguraré de enviar algo para Dave también. Aunque, no me disculparé con él.
—Está bien —respondió Rei—. Él sabe que falló su misión ese día. Lo entenderá. Pero la compensación seguro que lo hará feliz.