—Amor, mi estómago no se siente bien. Tengo que ir al baño. ¿Puedes esperarme en esa cafetería y pedir un café para mí también mientras esperas, vale? —dijo Henry a Amy, quien asintió rápidamente.
Ella y Mary hicieron el pedido mientras el resto se sentaba a esperar. Había una fila realmente larga, pero no tenían opción, ya que era la única cafetería en el aeropuerto.
—¿Por qué no avanza esta fila? ¿Falta personal o algo por el estilo? —se quejó Amy, realmente preocupada por Henry. No pensaba que fuera solo un simple dolor de estómago, pues Henry se veía diferente.
Una de las empleadas del café que sostenía un bolígrafo y papel se acercó a Amy y a Mary —Buenas tardes señora, lamentamos mucho la espera, pero permítame anotar su pedido y ponerlo en la cola —dijo la empleada que estaba tomando pedidos por adelantado.
Amy le sonrió a la empleada, estaba contenta de que la cafetería estuviera al tanto de la situación y estuviera tomando medidas —Me gustaría.