En vez de ir a casa a empacar, Tom fue a un pub cercano para tomarse unas cuantas copas, solo las suficientes para poder dormir esta noche. Está seguro de que darse un baño no aliviará el calor que su cuerpo siente por Amy, necesita algo más fuerte.
Estaba disfrutando de su propia compañía sentado solo en el rincón más alejado del bar pensando en su próximo movimiento cuando el guardaespaldas de Theo se sentó a su lado.
—Oye, ¿tú también aquí? Disculpa que sea entrometido, pero tienes unas cicatrices bastante feas. Me recuerdan al día de la explosión en el sitio del pozo de tu jefe. ¿Qué te pasó, si no te importa? —dijo el guardaespaldas mientras se invitaba a sentarse junto a Tom.
—¿Sabes de eso? Algo similar me pasó. Las tengo de intentar salvar a unas personas en mi trabajo anterior —respondió Tom.