Algo huele a pescado

Amy frunció el ceño cuando Henry retiró su mano de la de ella antes de salir de la habitación y lo miró con una mirada inquisitiva.

—Jayson sabe quién soy y eso está bien. Es un chico inteligente, pero no quiero que los demás sepan quién soy, al menos no todavía, especialmente los niños. Con mi aspecto actual, podrían asustarse de mí. Tommy está tan orgulloso de lo guapo que es su papá, y no quiero arruinar esa imagen —dijo Henry mientras tocaba la mejilla de Amy.

—En cuanto a Rei y Anton, hablaré con ellos. Por favor, guarda este secreto también de tus otros familiares y amigos —suplicó Henry.

Amy asintió y sonrió:

—Está bien, mantendré mi boca sellada.

—Tú ve adelante, yo buscaré a Mary y a los demás. Ella también trajo tus cosas —luego Henry bajó las escaleras con una sonrisa en su rostro—. No puede creer que este día llegara, pero aquí está, de vuelta con su familia.