Capítulo 305: Quinta Superpotencia

La expresión de Jake se volvió gélida, sus oscuros ojos se entrecerraban como si no pudiera creer lo que acababa de pasar. Por un momento, la habitación estaba tan silenciosa que se podía escuchar caer un alfiler.

—¿Me has abofeteado? —repitió, con una voz peligrosamente baja.

Xi Ping no se inmutó. Cruzó los brazos y asintió, manteniéndose firme.

—Sí, lo hice. ¿Qué vas a hacer al respecto, tío? —respondió ella, con un tono desafiante.

La mandíbula de Jake se tensó, y por una fracción de segundo, Xi Ping pensó que podría haberlo presionado demasiado.

Pero entonces, él rió—una risa fría, sin humor, que le envió un escalofrío por la espina dorsal.

—Decisión equivocada —dijo Jake y de repente extendió su mano. Para el horror de Xi Ping, sus dedos se cerraron alrededor de su cuello.